Estamos de restaurante invitados por unos amigos. Hemos visto este malbec argenino en la carta y nos decidimos a pedirlo. Nos abren la botella y la dejan respirar por espacio de media horita mientras nos tomamos los entrantes. En esta añada han cambiado el look de la botella al menos respecto a la añada 2010 catada en el pasado. En esta la eiqueta de fondo negra presenta un fuerte contraste con un cuadro en tonos naranjas del autor Vero Faraone por título "Mandarín". Tapón en perfecto estado tintado tan solo en su base y muy compacto. Nos sirven a 17°C:

VISUAL: Posee un color rojo picota de capa alta con un bonito ribete violáceo. De lágrima esbelta y abundante (94).

OLFATIVA: En nariz encontramos dulces aromas a compota de moras e higos secos. En movimiento hay notas de montebajo, florales a violetas, especiados de pimienta y laurel, regaliz, ahumados, avellanas tostadas y duelas enviadas. Bien de complejidad con una intensidad media-alta (89).

GUSTATIVA: Muestra un ataque elegante y muy fresco, de acidez alta, amplio y con cuerpo, de cierta carnosidad. Los taninos bastante dulcificados confiriéndole amabilidad. Retronasal a fruta madura con toques avainillados, a pan tostado y con sutiles recuerdos amaderados. Persistencia de casi dos minutos. En mi opinión unos añitos más de botella le vendrían genial. De hecho el 2010 estaba mucho más redondito aunque esta añada promete. Para volver a probar en dos, tres años (88).

La RCP la dejaremos en buena pues en tiendas cuesta sobre los 25 dólares, aunque en el restaurante la clavada acostumbrada...

MARIDAJE: Lo acompañamos con un suculento bife (entrecotte) con muselina de ajo, aguacate y tomillo. Espectacular maridaje con los apuntes especiados y frutosos del vino refrescando y limpiando el paladar tras cada bocado de tan suculenta ternera. Gran disfrute en inmejorable compañía, amigos y esposa.

Salud-os!!