Estamos celebrando en el restaurante El Mercado de Cuenca (EC) el cumpleaños de mi esposa con nuestra hija pequeña y me pido esta botella de 75 cls de un rico monovarietal malbec argentino para mi sólo (me lleve para casa lo que sobró). Nos la sacaron de la vinoteca a 16°C. La dejamos abierta unos 20 minutos antes de proceder con su valoración.

VISUAL: Espectacular color rojo picota de capa alta con el ribete en tonalidades rubí. De abundante lágrima, fina y ligeramente tintada (94).

OLFATIVA: En nariz y a copa parada encontramos notas de fruta roja acompotada (mermelada de frambuesas). Al agitar desprende aromas tostados muy elegantes, especiados dulces de canela y vainilla con un toquecito de pimienta blanca. También aparecen herbáceos de montebajo (tomillo) con un toquecito balsámico como de regaliz y un fondo más terciario, a cuero curtido, tabaco inglés y con unos exquisitos apuntes amaderados de ebanistería fina al final. De intensidad media (90).

GUSTATIVA: Presenta un ataque elegante y delicado, con una acidez controlada y de gran amplitud. Los taninos bastante dulcificados de inicio van dejando su impronta tras cada sorbo proporcionando un paso por boca sedoso y muy equilibrado. En retronasal asoman aromas de culís de fresa con un toquecito floral a violetas. Post-gusto con un inequívoco protagonismo de la fruta madura pero con los recuerdos tostados de la barrica y el puntito licoroso de duelas envinadas de fondo. Persistencia de 1 min y 50 seg. Tremendamente amable, aterciopelado y muy equilibrado, sobresaliente este malbec. En la onda del 2017, muy similar (91).

La RCP la considero buena. Ha bajado un poco el precio (han bajado los impuestos al alcohol) y ya cuesta entre 15 - 16 euros al cambio en tiendas.

MARIDAJE: En el restaurante acompañó un mar y montaña de langostinos de Guayaquil y entrecotte cuencano sobre un fondo de cebada perlada. En mi casa lo acompañamos primero en un aperitivo de un buen jamón ibérico bellotero, después con unos jugosos bistecs en salsa de frutos del bosque y tomates deshidratados, y otro día nos lo terminamos con una paellita de pollo y costilla. Destacamos el maridaje del restaurante. Maravillosa la combinación de sabores cárnicos y marinos con la frutosidad y el toquecito tostado de nuestro malbec. Delicioso.

Salud-os!!