Tercera que escribo pero han sido más las catadas. Creo qu como dije en Aquilon y ene tse Alto Moncayo, esta añada tiene rasgos de continuidad entre un vino y el otro. Ya es un vino de 4 años, sedimentado, hecho, y se muestra excelente, frutal, a esa potencia inusitada se le suman registros muy completos, mineralizad, carbon dulce, y esos toques golosos y garrapiñados de este vino pero con finura, sin empalagar ni sobrecargar, datos que son semejantes cuando hablamos de la alcoholicidad del mismo. Creo que está en un momento óptimo de consumo y que sirve igual para catarlo sin mas y saborear, para acompañar una comida, un postre de chocolate, una gozada de vino que si fuese una garnacha australiana valdría 200 euros francesa no sería porque no se parece en nada

En la copa despliega un aroma penetrante, grande, profundo. Es una Garnacha fina y elegante pero dotada de densidad, corpulencia. Hay un rico aroma de cerezas, maduras, picotas, golosas, envueltas en ceras, en miel de flores. Luego todo se tapa tras el fondo de los tonos tostados, emergen con fuerza, con poder, sin embargo no se adueñan por completo del vino, hay un halo ahumado, grafito, mokas, café, chips, natas, puntito licoroso, mineralidad, todo con profundidad y contenido.

En la boca es un bombón, esta redondo, goloso, untuoso, llena, con estructura, fuerza y tanino y con una acidez vibrante que hace que rechupetees, que paladees el vino, logrando que no llegue a ser pesado. Es muy jugoso, esta muy vivo, cargadito de frutas rojas, ya sean las cerezas, las grosellas y las moras entreveradas. Es un vino que sabe estar, se acomoda, gusta, resalta, frutoso y con esa madera tan al estilo del hacedor. Para gustos los colores.

Visual_ Rojo picota de buena capa y ribete granate con algún destello violáceo. Limpio y brillante. Lágrima densa, gruesa, lenta y algo tinada.

Nariz_ Buena intensidad. Al principio asusta con unas notas de dulcedumbre y sobremaduración que no me gustaron nada, ese no era el vino que yo recordaba. Pero poco a poco en copa va creciendo, ganando frescura la fruta roja y negra muy madura pero sin excesos negativos y como siempre la crianza bien presente, pero fina, elegante, compleja con notas de cafe, chocolate y especias dulces acompañadas de notas de cedro sobre un cierto matiz balsámico.

Boca_ buen volumen en la entrad y en el paso, buen cuerpo y con atractiva estructura, taninos elegantes, bastante integrados y sobre todo una acidez que enmascarada esos 16 grados de alcohol y nos da un vino relativente fresco. Largo con fruta negra y café

me ha gustado esta añada. Más moderado, en nariz pero especialmente en boca, no tan exhuberante ni explosivo , pero más elegante y equilibrado. mantiene sus caracteristicas de siempre: cremosidad, vainilla, pan tostado y potencia frutal, pero a otro nivel más distinguido. En boca y dándole tiempo, muestra una tanicidad más fina y pulida que añadas previas, rozando la perfección

Color picota oscuro, menisco granate, capa media-alta, limpio, brillante, muy buena lágrima tintada.
En nariz hay buena intensidad de fruta madura tanto negra como roja, buenas especias y maderas, café, algo balsámico; es complejo y va evolucionando en copa.
En boca tiene buen cuerpo, muy frutal de fruta madura, algo goloso, elegante, suave, buena acidez y taninos ya maduros, reaparecen especias. Buena persistencia.

Cada añada parece mejorar o es que ya la esperas con buenas perspectivas.

Segunda botella con quizás pocos días de diferencia respecto a la primera. 16º de vino que maridamos con segundos de carnes y también con los chocolates del postre. Está potente, musculoso, goloso, garrapiñado, y todo estos excesos con un toque frutal incontestable y no exento de un buen nivel de registros de calidad. Espectáculo a menos de 30€

Esa añada está espectacular.

No hace falta dejarla esperar, está ya para disfrutar y mucho.

Los buenos vinos de Borja, pese a sus detractores, me parecen vinazos hechos para el deleite, para catarlos, para beberlos, para comer con ellos.

Este Alto Moncayo 2011, en formato magnum, es brutal, con la fruta negra madurota y jugosa presidiendo, toques de pastel de café, alguna violetilla... y muchas cosas más.

Y en boca es amplio, esférico, expansivo. Te llena la boca, inunda las papilas proporcionando oleadas de placer.

Es algo casi voluptuoso.

Viva Borja y sus garnachazas, oño!!!

Esta añada que hemos podido degustar de inicio un poco más tarde que añadas anteriores, recuerdo alguna que salio 6 meses antes, esta tremenda, se puede guardar siempre para ir bebiendo e ir valorando su evolución pero esta ya para disfrutar plenamente. Nariz espectacular, frutal, floral, tostada, cafetera. Boca envolvente, fruta negra, almibarada, toques de caramelo y cafe con leche, bastante tostado (este punto puede ganar con botella si tiende a suavizarse porque a algunos les puede resultar excesivo y es comprensible). Pizarroso, pedregoso en matices. Especiado. Contundente