Vino encerrado en una botella bordelesa estilizada. Vestida con una etiqueta de diseño moderno y colorida, en la que predomina el color amarillo. Cerrada con un corcho de calidad.
A la vista un color amarillo limón, limpio y brillante, con una buena, densa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa.
En nariz buenas y elegantes frutas cítricas, fruta blanca y leves tropicales.
En boca está muy elegante, equilibrado, con carga frutal, sedoso, untuoso, glicérico, con una fresca y viva acidez que invita a beber y que le va a dar un par de años más de vida en plenitud. Es un vino largo. Muy agradable paso de boca. Me da una permanencia de 2,30 minutos.
Este vino es una clara demostración de que los albariños, bien elaborados, saben envejecer.

A la vista se presenta con un color pajizo, con ribetes algo dorado de tono medio, limpio y brillante.

En la nariz tiene una media intensidad, con fruta de tipo hueso, cítricos, y floral en conjunto bastante varietal.

Al paso por la boca, acidez en un buen punto, pasa bien con buen recorrido en su fase final.
Se trata de un albariño con un cierto nivel y bien hecho.

Cata realizada con el Club de Catas Círculo de Recreo de Torrelavega en Cantabria en la jornada de los blancos nacionales.

Color amarillo con reflejos verdosos, brillante.
Intenso, con infinidad de matices de frutas blancas como la pera y la manzana, recuerdos a frutas tropicales y muy cítrico.
En boca se muestra fresco, carnoso y envolvente.

Me encuentro de nuevo con este vino después de una virtual con Verema con la añada 2011. La verdad es que a mi me gusta dar un tiempo a los vinos blancos y más a los albariños, a los que encuentro más "hechos" y gustosos con un año más en botella. Pero me encontré con esta nueva añada en cata en UEC en compañía de buenos quesos gallegos.

La verdad es que el vino está muy bien. Amarillo pajizo, destellos dorados-verdosos, limpio y brillante.
Intensidad aromática media. Notas a fruta exótica, piña, melocotón, limón. Nota herbácea, heno, pero predomina mucho más la nota frutal. Limpio, madurez pese a su juventud.
En boca es fresco, sabroso, con buen paso, denso, buena acidez nada agreste, buen recuerdo. Bien.

Buen trabajo.
Precio sobre los 10 €.

Color amarillo pálido, reflejos verdosos, limpio, brillante.
En nariz hay correcta intensidad destacando las frutas de hueso (melocoton), algo de piña, cítricos, manzana verde, leves notas herbáceas y también de flores blancas.
En boca tiene buena entrada, es fresco, buena acidez equilibrada con presencia de fruta de nuevo melocoton y cítricos, cierta salinidad y amargor final agradable. Persistencia correcta.

Nueva cosecha que creo mejora la anterior, incluso en el precio.

El 25º Aniversario de Lagar de Cervera se celebra con una buena cosecha, con un rendimiento por hectárea de los más bajos que se recuerdan de Rias Baixas y una vendimia relativamente tardía.

El vino se muestra con un atractivo color amarillo verdoso, muy limpio y brillante. Los aromas, de buena intensidad, destacan por sus notas de frutas blancas (pera conferencia, manzana verde) y frutas con hueso (albaricoque), alguna nota cítrica y tropical (mango). Muy varietal. En boca es bastante amplio, con buena densidad (fruto del trabajo con las lías) y con ese punto final ligeramente amargoso que, junto a su buena acidez, hacen que resulte un vino fresco y equilibrado. Muy rico.