La cultura de la vid en Bolivia

Una propuesta de turismo del vino y el Singani

Edición
J. Miguel Molina G.
ISBN: 978-99954-46-69-7
Tarija, Bolivia, 2012

 

 

 

Luis Vicente Elías es Doctor en Antrolopogía, ha recibido multitud de premios a nivel interenacional. Coodina el Proyecto Cultural de Bodegas R. López de Heredia y es un colaborador asiduo de Verema.

INTRODUCCIÓN

La intención de este trabajo es la de divulgar las manifestaciones culturales que posee la vid y el vino boliviano, así como el singani y que estas sirvan  para generar un flujo turístico hacia las regiones productoras.

No es ésta una guía de turismo convencional; es un estudio antropológico que muestra los valores culturales de la vid boliviana, su cultivo y sus productos, y a partir de esta valoración nos atrevemos a proponer itinerarios y recorridos que muestren al viajero esas singularidades, que le van a sorprender y en muchos casos le van a remitir a procesos laborales que tienen cientos de años de vigencia, ya que sobre ellos  todavía no han hecho su aparición las innovaciones tecnológicas, que son tan evidentes en otros lugares del continente.

El objetivo de esta obra es compartir la sorpresa que nos ha causado la cultura del vino boliviana y exponer las singularidades que posee, y a la vez animar a los aficionados al turismo del vino a que piense en recorrer esta tierra.

Nuestro texto es una descripción de lo que hemos visto y también una reflexión sobre la importancia de las manifestaciones culturales del viñedo, frente a la globalización de un cultivo que crece cada año, y que cada vez es más homogéneo.

El valor antropológico que posee cada una de las regiones vitivinicultoras, nos ha llevado a la distribución por áreas geográficas para poder entender la singularidad de cada una de ellas, y el valor comparativo, que al final nos dará el resultado de la cultura de la vid. De una región a otra hay cientos de kilómetros, y también hay diferencias en los procesos culturales, tanto en la plantación como en la elaboración, esas particularidades bien merecen un viaje.

Nos surge el paisaje del viñedo con sus variantes innumerables en cuanto a formas de plantación, variedades, apariencia de los viñedos, tipologías de cultivos o técnicas agrícolas. Pero también el patrimonio arquitectónico con sus construcciones en bodegas y también en el viñedo, o los productos que nacen de esta fruta, su forma de elaboración y todas sus vinculaciones con los alimentos, la cocina, las celebraciones o sus muy variadas maneras de ser comercializado el vino y sus derivados.

Partimos de una descripción geográfica nos va a permitir conocer las áreas en las que las transformaciones en cultivo y en elaboración son evidentes, ya que son su propia esencia, como es el caso de los grandes viñedos de Tarija.

Por eso, ésta obra es una muestra de tradición y de actualidad, de historia y de modernidad, características todas ellas del vino y de la vid boliviana.

Es una propuesta de turismo para amantes de la cultura de la vid, que entenderán por que es necesario seis horas de viaje de Paicho  a Cotagaita, para ver como trepa la cepa seis metros de altura y el viñador escala tras ella, con un cesto al hombro. Y cuando pruebe el destilado de esas uvas olerá a tradición y se dará cuenta de que ha valido la pena el viaje

Hay que entender que este libro está hecho con la mirada de investigadores españoles que más admiran el valor histórico y cultural que el progreso y la tecnificación en el sentido enológico. De aquí el matiz más culturalista que enológico de este trabajo. Nuestra intención es transmitir lo que nos sorprenden por lo singular y lo original, y muchas veces nos admira la cultura de lo pequeño y de lo próximo,  y quizás dejamos de lado manifestaciones de modernidad que por su carácter global y universal, tienen para nosotros menor atractivo dentro de  esta visión cultural del viaje.

Explicar que la cultura del vino en América Latina es tan antigua como su descubrimiento y que va paralela a su colonización ha sido el objetivo final de nuestro trabajo completo.

Las largas conversaciones con nuestros informantes nos han transmitido la cultura de la vid que ellos han conocido en el transcurrir de sus vidas; de ahí que hayamos obtenido una visión diacrónica que nos hace comprender mejor la situación actual.

Además de las entrevistas a agricultores, hemos conversado con bodegueros que elaboraron vinos en el pasado y con otros que lo siguen haciendo hoy, y muy particularmente con los elaboradores del singani, por ser la bebida alcohólica por excelencia en Bolivia.

El vino lo hemos hecho maridar con alimentos, por lo que nuestras entrevistas también han recibido la información de cocineros, propietarios de restaurantes y productores de embutidos, quesos y conservas.

La diversa metodología empleada se justifica con el escaso tiempo dedicado a realizar la investigación, que no ha superado los 45 días de trabajo, en un país en el que las distancias son enormes, pese a que la superficie del viñedo no supere las 2.500 hectáreas.

Nuestra intención de conocer los viñedos más antiguos y tradicionales nos ha hecho recorrer miles de kilómetros por ver formaciones de viñedo, que para nosotros son joyas de la cultura y para otros son simplemente un cultivo agrícola.

Por esta razón aconsejamos a los amantes de la cultura de la vid que preparen un viaje, que siempre estará lleno de sorpresas y de hallazgos.

INDICE

Introducción

Historia de la vitivinicultura boliviana

La estadística

El paisaje de la viticultura de Bolivia

Viñedos y bodegas de Luribay

Viñedos y bodegas de Cintis y Cotagaita

Viñedos de Paicho

Viñedos y bodegas de Tarija

Bodegas conventuales

Bodegas de hacienda

Fermentados y destilados: El singani

La ruta de los vinos y singanis

Fiesta de la Vendimia y Encuentro El Arte y El Vino

Alimentos, vinos y singanis. El maridaje

Los servicios del turismo del vino

Hospedaje

Gastronomía

Artesanía y las compras

Las instituciones del vino

Los vinos de Altura

Conclusión

Directorio de bodegas de Luribay y Tarija

Bibliografía

Glosario

 

 

VINOS SUGERIDOS

Bodegas Magnus

www.bodegasmagnus.com

Nuestra elección es un Cabernet Sauvignon de la cosecha 2009, y nos interesó el vino del 2010, todavía en tanque de acero, pero que apunta unos aromas excelentes, y unos sabores muy representativos de la variedad, pero situada en altura y con más de 13.5º, que a casi dos mil metros es poco habitual.

“Magnus” y su Cabernet pueden salir a pasear por el mundo con las garantías de representar la nueva vinicultura tarijeña muy dignamente.

 

Bodegas Casa Grande

www.casagrande.com.bo

Destaca el trivarietal, Cabernet, Malbec, Merlot un Chardonnay y un Cabernet completan este estrato más alto de la producción.

El turista quedará sorprendido por los vinos espumantes que van dirigidos a un público moderno, y que conservan el dulzor que tanto gusta a los bolivianos

 

Bodegas y Viñedos de La Concepción

www.bodegaslaconcepción.com

La gama “Cepas de Altura” tiene las variedades Syrah, muy adecuada para la zona y características edafológicas del Valle que da nombre a la bodega. El Cabernet responde a los aromas originales con algunos toques minerales que proceden de los suelos del lugar

El año 2009 presenta la interesante colección exclusiva “Ángeles y Arcángeles”. Con una bella caja decorada con obras de Diego de la Puente de Manila; de Melchor Pérez de Holguin y otros autores anónimos. Mostrando  ángeles arcabuceros y otras manifestaciones artísticas.

Singani “Rujero”, su singani estrella.

 

Bodegas Aranjuez

www.vinosaranjuez.com

Su producto más representativo es el “Dúo” como bivarietal y es de destacar el Tannat, como un producto muy conocido en todo el país.

Entre los vinos de mesa el blanco es el más consumido y responde a la apetencia del tarijeño y eso indica la importancia del viñedo Moscatel de Alejandría, Torrontely otras variedades blancas, que además de ser la base del singani, son del gusto, poco azucarado, que se aprecia en la región.

 

Bodegas Casa Real

www.casa-real.com

el “Singani Aniversario” que es el producto de más alta gama. También produce tres tipos diferentes de singanis distinguidos por el color de su etiqueta.

 

Bodegas El Potro

[email protected]

El Moscatel es el mejor producto en relación a calidad - precio de los degustados en el país. Conserva completamente los aromas de la fruta y en boca destacan los valores de esa uva, que en muchas ocasiones no se aprecian en otros blancos. Pese a su graduación de 13,4º conserva un alto nivel de acidez que mantiene el sabor a cítricos. 

El tinto Malbec expresivo en aromas a tabaco en rama, cacao, frutas rojas, fue una sorpresa de esta bodega por lo auténtico de los vinos que responden verdaderamente a la variedad, con toques minerales y algo salinos.

Margarita Contreras
5 abril 2013

 

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