Actividades en bodegas: Concurso de fotografía en Los Bermejos
La Bodega Los Bermejos, una de las de más prestigio en Lanzarote, entregó ayer los premios de la cuarta edición de su concurso fotográfico. Un concurso que va cogiendo solera y que se consolida como un referente para el enoturismo en la isla.
El motivo de este año era "Momentos Bermejo", e incitaba a los participantes a capturar esos instantes especiales que se viven en torno a los vinos exquisitos de la bodega. El jurado estaba muy contento por la calidad media de las fotografías presentadas. Puede que los mil euros del premio ayuden a elevar cada año ese nivel, dado que cada vez son más los profesionales que se presentan a concurso.
La ganadora fue Laura Gallego Ferrer, con la imagen titulada "Calma y serenidad": yoga, relax, Bermejo y el volcán. Y hubo dos accésit, uno de ellos para "Ayudante", una fotografía que a mí me gustó especialmente.
Premios al margen, lo importante del concurso es que demuestra cómo las cosas que se hacen bien, funcionan. Una y otra vez hemos venido hablando de la necesidad de que las bodegas se muevan para atraer visitantes y para ofrecer experiencias, algo que se demanda cada vez más. Se trata de conseguir que la bodega sea un punto de encuentro, no solo una factoría de producción de vino. Abrirse, compartir. Como ayer, juntarnos cien personas en un patio al aire libre, beber vino, tomar canapés, charlar y ver una exposición fotográfica. ¡Planazo!
Y hablando de vinos, la bodega nos obsequió con dos recién salidos "del hoyo": el malvasía seco y el tinto maceración carbónica, ambos de 2013. El primero, excepcional, como viene siendo costumbre: la malvasía volcánica sin clarificación y exprimiendo hasta la última gota de su identidad. El tinto es otra cosa: las bodegas de la isla siguen avanzando en su búsqueda de tintos de mayor calidad. En este caso, Los Bermejos utiliza listán negro, la más extendida en la isla, y ese proceso de maceración para elaborar un vino que busca su hueco en el mercado. Se dijo por allí que el de 2012 era más goloso. Cuestión de gustos, supongo.
En cualquier caso, gracias a la bodega por empujar en la dirección que nos gusta: abrirse, compartir, hacer buen vino.
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en respuesta a PedroCarroquino Ver mensaje de PedroCarroquino Ya contarás, Pedro.
Un saludo