Breve introducción al champagne

El champagne, como la mayoría de los grandes vinos, nace condicionado por el terroir. La zona productora del Champagne tiene una ubicación geográfica septentrional, rozando los límites en los que resulta posible el cultivo dela vid, bajo un clima frío, duro, de marcado carácter atlántico, sin olvidar también la influencia del carácter peculiar de su suelo -fundamentalmente calcáreo- y el cultivo de buena parte de las viñas en pendientes.

Desde 1935 sólo se autorizan tres variedades en la AOC Champagne: pinot noir, pinot meunier y chardonnay; y este trío también forma parte de la caracterización del terroir champenoise.

Otro aspecto remarcable de esta zona productiva es la extrema fragmentación de la tierra ya que el terreno cultivado con viñedo ocupa más de un cuarto de millón de parcelas, cultivadas de forma extremadamente personalizada.

Se suelen distinguir cinco zonas principales en Champagne:

-         La Montaña de Reims, donde la principal variedad es la pinot noir. Esta zona incluye municipios tales como Ambonnay, Aÿ-Champagne, Bouzy, Verzenay o Verzy.

-         Côte des Blancs, donde la principal variedad es la chardonnay y donde destacan los municipios de Cramant, Avize o le Mesnil-sur-Oger.

-         El Valle del Marne, donde la variedad principal es la pinot meunier (como en Cummières, Leuvrigny o Ste. Gemme), pero también hay espacios reputados donde se cultiva la pinot noir, como en Mareuil-sur-Aÿ.

-         L’Aube, donde la variedad principal es la pinot noir. En este caso destaca especialmente el municipio de les Riceys.

-         Côte de Sézanne, donde la variedad principal es la chardonnay en municipios como Vetón o Villenauxe-la-Grande.

Hay tres fases que quisiera destacar en la elaboración de un champagne:

1. El ensamblaje o assemblage: Es una fase decisiva y definitoria del carácter, categoría y tipo de champagne que va a elaborarse. Hay tres niveles, el referido a vinos base procedentes de diferentes zonas (crus), el referido a vinos base procedentes de diferente variedades y el referente a vinos base de diferentes añadas.
2. Adición del licor de expedición o dosage : Al final de la fase de envejecimiento de los vinos base se eliminan las levaduras muertas en el degüelle (dégorgement) y se les adiciona el licor de expedición, éste representa un aporte de azúcar al vino que condiciona el tipo de champagne que se va a elaborar (de menos aporte de azúcar a más tenemos los champagnes extra-brut, brut, seco y semiseco).
3. La crianza en cava: Dicha crianza es, como mínimo, de 15 meses, en el caso de los millésimés como mínimo es de 3 años, período que es todavía mayor en el caso de cuvées especiales.

¿Y que es un millésimé? Pues es un vino elaborado a partir de vinos base de una misma añada y sólo en años especialmente buenos.

Por tanto los «non-millésimé», «non vintage» o NV suelen ser la mezcla de vinos base procedentes de diferentes añadas.

Por otra parte también están las “Cuvée spéciale” que, sean o no millésimée, se elaboran con vinos base de calidad excepcional o con características muy particulares buscando champagnes de extrema calidad o con personalidad muy marcada.

Los «rosé» o champagnes rosados se caracterizan por maceraciones en las que se deja que los hollejos de las uvas tintas empleadas cedan su color, habitualmente son un tanto más vinosos.

Otras dos categorías de champagnes blancos que podemos encontrar en las etiquetas de los champagnes son blancs de blancs: que es un champagne elaborado sólo con chardonnay y blanc de noirs elaborado a partir de la variedades tintas, es decir pinot noir y/o meunier.

La Cata

Así pues, armados con copas Riedel Overture tipo Champagne, el comité de catas de Verema.com con la presencia en esta ocasión de Vicente Castillo (Mantequerías Castillo) y Pedro García (Las Provincias), abordó las cata de 13 champagnes, 12 blancos y un rosado. No se sabe muy bien si por el fatídico número pero 2 de las botellas presentaban problemas de TCA y por tanto fueron eliminadas de cualquier valoración.

Del resultado final de la cata ciega podemos destacar varias conclusiones: 1) los catadores puntuaron de forma generalizada y sensiblemente mejor a los 3 millesimé del 96 que al resto, (recordemos que esta fue una añada excepcional en Champagne); 2) los cuatro primeros champagnes estuvieron muy próximos en puntuación, aunque el ganador, el Pol Roger Vintage 1996, se distanció bastante del resto de sus perseguidores,  y 3) los 7 primeros champagnes y el champagne rosé (en total ocho vinos) superaron el 8,00 en puntuación media, cosa que nunca antes se había dado en una cata de Verema.com.

En la cata ciega se integró un espumoso no-champagne para que sirviera de test-piloto y lo cierto es que se defendió con dignidad ya que, a pesar de quedar en las últimas posiciones, las puntuaciones y comentarios recibidos por este vino, un Miguel Torres Brut, son muy buenas para un vino que cuesta unos 12€.

En todo caso (siendo los precios aproximados), diremos que el champagne ganador, el Pol Roger por 36€ ofrece una buena relación calidad precio al igual que sucede con el tercer clasificado el Moët & Chandon Brut Imperial 1er Cru (29€) o con el cuarto y sexto clasificados, Louis Roeder Brut Premier (29€) y Laurent Perrier Brut (28€). Mientras que el segundo clasificado Moët & Chandon Millésimé Blanc Vintage 1996 presenta una correcta relación calidad precio, siendo el más costoso de los champagnes blancos catados.

Mención aparte merece el champagne rosado de Moët & Chandon que catamos y que por su carácter y vinosidad fue valorado muy positivamente alcanzando la excelente puntuación de 8,37 puntos. La nota de cata (http://www.verema.com/comunidad/vinoscatados/vino.asp?vino=5797) dice explícitamente:

Piel de cebolla pálido. Nariz de intensidad media con notas de suave fruta roja, atractiva mineralidad, flores silvestres y suaves tostados. En boca es vinoso, fresco, con buena acidez, excelente ensamblaje y buen recorrido.

Y de momento esto es todo amigo amigos veremeros. Hasta pronto.