Chateau D´Yquem 1998
Chateau D´Yquem 1998
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
Francia
Tipo de Vino:
Dulces y Generosos
Varietales:
Sémillon 80% y Sauvignon 20%
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.3
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,8
Opiniones de Chateau D´Yquem
OPINIONES
5

Dorado intenso con algunos destellos ambarinos.

Nariz de media intensidad y una enorme complejidad que además va ganando en la copa. Frutas de hueso bien maduras y escarchadas, confitura de cítricos, canela en rama, flor seca, trazas herbáceas, recuerdos balsámicos, especias, creme broulee, café en grano, miel, ahumados, cera de panal, azafrán…en fin, que poco a poco va mostrando la grandeza de estos vinos con algo más de botella y en un buen año.

En boca se muestra pletórico, todavía en fase ascendente pero ya dando muestras inequívocas de lo gran vino que va a ser. Enorme acidez, paso lleno de fuerza, es un vino que explota en el paladar dejando múltiples sensaciones en el final, cítricos, miel, frutos secos, balsámicos, especias, todo con un dulzor perfectamente integrado, construyendo un conjunto esférico.

Un buen año para Yquem, vino pletórico, largo, potente pero balanceado, que tiene todavía varios decenios de desarrollo pendientes, un vino que nos muestra toda la magia que atesora este mítico productor, de esas botellas que pese a su precio hay que intentar probar. Multidimensional, lleno de sutilezas, un grande.

Vino mítico, consumido desde hace siglos y ensalzado por emperadores, presidentes, zares..., de elaboración meticulosa y muy cuidada.
Presenta un color dorado perfecto, limpio, brillante, con preciosos reflejos dorados.
La nariz es soberbia y magistral: frutas deshidratadas (pasas, orejones), fruta escarchada, especias suaves, almibarados, amielados...
En boca presenta, y llama poderosamente la atención, su equilibrio total. Se aprecian las frutas, especiados y almibarados percibidos en nariz. Armonía entre acidez y dulzor. Es amplio, redondo, elegante, de posgusto que se va prolongando y deja un recuerdo imborrable.
Además de la calidad y del placer de catar vinos así, sorprende y se intuye la capacidad de evolución y el potencial que tendrá este néctar durante años, incluso decenios.
Vino de meditación, de evasión, placer y lujo para los sentidos.

Esta fue una cosecha caracterizada por estar elaborada con dos oleadas diferentes de uvas recogidas unas en septiembre y otras en octubre. Esta característica diferencial hace que el 98 sea un d'Yquem en el que predomina la frescura en vez de la opulencia.
Abierta la botella unos minutos antes de su consumo, podría haberse decantado, comienza a emanar un aroma que invade todo a su alrededor.
La primera copa nos deja ver un amarillo ligeramente dorado con chispas ambarinas que fluye compacto al movimiento. Antes de acercar la nariz ya podemos identificar mucho de lo que nos aguarda, miel refrescada por un toque cítrico invade el ambiente.
De cerca se muestra frutal, con albaricoque y miel como dominantes. Dejamos que respire y mientras disfrutamos de su voluptuoso movimiento en copa empezamos a despertarle los aromas a piel de cítrico (naranja o mandarina), piña muy madura, pastelería amielada, ligeros frutos secos y toques florales.
A mi me resultaba imposible dejar de girar la copa sobre la mesa para ver los reflejos dorados que emite mientras libera aromas de una intensidad más propia de un perfume que de un vino.
Al llegar a la boca la nariz se ha saturado con el aroma por lo que necesitamos unos instantes para encontrarnos con un vino más fluido de lo que aparenta pero que llena la boca, redondo con la acidez perfectamente integrada, masticable y elegante, sobre todo elegante. El retrogusto es muy largo con dominio de las notas iniciales de miel y cítricos que invita a seguir bebiendo, si puedes quitar la vista de la copa.
El corcho muy bueno y en perfectas condiciones.
Parece que la botella le ha sentado muy bien a este "jovencito".
Es toda una experiencia acercarse a este vino único, cualquier d'Yquem, que parece elaborado por un alquimista del perfume en un sótano de un castillo francés.
La RCP es excelente porque en mi opinión da igual lo que cuesta después de beberlo, sobre todo si es tu primera vez.

Color dorado claro, vivo y con una lágrima abundante que cae con rapidez. En nariz es de intensidad media. Tiene aromas a botritis, cáscara de naranja, albaricoque, cítricos, flores blancas y a maderas avainilladas. En boca es de concentración media y con cierto volumen, el alcohol está bien integrado y la acidez es buena. Sensaciones de piel de naranja, fruta en almibar, pasas, licor y agradables toques mentolados. El postgusto es de persistencia media, dulce y avainillado.

Es la segunda añada que pruebo de este vino y, en mi opinión, creo que su fama está muy por encima de la realidad.

[CRC] Dorado brillante. Nariz de buena intensidad y notable complejidad en la que lo primero que llama la atención es la combinación de las notas de piel de mandarina, lima y miel, miel de acacia, abundantes flores blancas (jazmín, azahar), flores amarillas, algo de hinojo, chocolate blanco y suaves toques especiados, .... En boca es denso, con un remarcable equilibrio entre dulzor, acidez y amargosidad. Largo y evocador. Se supone que crecera mucho en la botella y ganará en complejidad y expresividad. Me gustó mucho pero esperaba tanto de él.....

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