Tras leer la gran cantidad de buenos comentarios y tras dos meses debido a la lista de espera para cenar los fines de semana pudimos ir el pasado viernes.
gran, grandísima cena. Nos decidimos por el menú largo, en total, 17 platos a un gran nivel y alguno de ellos eXpectaculares :-) spanish toltilla, el conejo y la zanahoria, el bacalao, el lomo de vaca, la raya ahumada...
buen servicio amable y con detalles continuos como no cobrar las botellas de agua o el interés por el grado de picante.
nos decidimos por un ossian 2006 a 31 € bien servido y con la temperatura adecuada.
Total 210 € (2 pax) bien gastados. Volveré en unos meses para el cambio de carta.
Una cena que no puedo comparar a ninguna otra. Unos ingredientes centrales impecablemente cocinados y cercanos. Lubina, chopitos, panceta, mejillones, gambas.....
Casi todo lo demás que compone el plato, combinaciones complejas y profusión de especias e ingredientes orientales poco conocidos por mi. Uso común de picantes y cítricos. Dim sum con pastas sorprendentes. Mucho trabajo, pocas concesiones a la tecnología Adriá o Roca y resultados espectaculares.
En cuanto al vino, reconozco que me centré en un valor seguro y con buena rcp: Un par de botellas de José Pariente Verdejo de las Vickies por 38 euros la pareja.
Aparte de vino, el menú de 58 euros, se convirtió en 70 con café, cervezas, finos e IVA
Es con muchas ganas que por fin he podido ir a Diverxo, una espera muy larga de casi 8 meses, entre que nunca hay sitio y que me muevo bastante, no ha sido fácil, y la capacidad máxima del restaurante de 16-20 personas no ayuda.
En primer lugar leyendo las demás opiniones, a lo mejor os voy a parecer demasiado romántico, pero soy de los que el local me influye mucho y pienso que la alta cocina es un combinación de la cocina, vino, servicio, presentación, iluminación, ambiente sonoro, y diseño/ mobiliario, teniendo en cuenta estos criterios el Diverxo tendría una puntuación total de 2/5.
Para volver al tema cocina, hay 3 menús (corto, medio y largo), escogimos el menú intermediario que incluye 5 entrantes, un pescado, una carne y 2 postres. (55 euros) precio totalmente razonable, carta de vinos interesante y a precios no muy elevados.
La presentación de los platos es muy buena y elegante, el servicio es amable, cercano y siempre disponible. Pero pienso que los platos son demasiados complejos, con sabores fuertes y que no siempre combinan bien, porque empeñarse a querer mezclar pescados o mariscos fuertes con carne de caza? Si ya de por si son carnes complicadas, debo de reconocer que estas innovaciones culinarias a pesar de ser inventivas no me satisfacen. Y nuestra conclusión fue que lo más sencillo del menú fue lo que más nos gusto, panceta ibérica, raya ahumada y carne gallega.
Recomiendo mucho este restaurante para los amantes de la cocina atrevida y aventureros de nuevos sabores porque realmente estarán servidos, pero a los simplemente amantes de la materia prima y de la elaboración les aconsejo que elijan otro restaurante.
Desde luego lo más novedoso,rompedor,impactante,...de Madrid.¿Cocina de fusión?posiblemente una nueva categoría creada por David que desde sus inicios en Viridiana y su posterior paso por la multietnica cocina londinense tiene claro su peculiar camino:"Producto" e investigación para sacar lo mejor del mismo.Eso sí, clara influencia asiatica y para Mí (que no soy muy partidario de la misma)es lo que condicionaría una rápida revisita.Dispone de 3 menús :expres,intermedio y largo .Optamos por el intermedio 5 entrantes,pescado ,carne y 2 postres;como conocía algunos platos de refencía y no estaban incluidos , solicitamos añadirlos -el único problema fue que sólo le quedaban 2 gambas rojas para hacerlas con el civet de liebre- y así lo hicierón.Los platos ya han sido reseñados particularmente me gustaron mucho:la gamba frita al reves,panceta de iberico en su jugo,la raspa del salmonete,el dado de carne gallega y el helado de apio.Vinos (4 personas):Albert Mamn Riesling Rosenberg 2005,Domain Ostertag Pinot Gris 2005,A/N 2 2005;perfectos de Tª,copas Scott (1ª),una vez cambiadas no me gustaron tanto y quizas el único "pero " del servicio del vino.La carta no muy extensa ,pero bien estructurada precios 1,4-1,7 de enoteca (por cierto me quede con ganas de beber la joya Keller riesling kirchspeil 2006).El local es su punto más flojo :,mal insonorizada y algo escondido..pero en ningún caso incomodo .Precio orientativo:50-70 Eur+vino + iva
He estado dos veces en los ultimos dias. En mi opinion es uno de los tres restaurantes mas interesantes que hay ahora en Madrid. El local es pequeño, no especialmente comodo, y la decoracion minima. Sin embargo, el servicio es excelente. Personal informado, eficaz y amable. La comida es atrevida y muy personal aunque se nota la fuerte influencia del Hakassan (el de Londres, claro), con aciertos plenos (panceta de iberico al estilo chino, spanish toltilla, bacalao) y otras cosas que en mi opinion, no funcionan (ese foie con berberechos...). La carta de vinos es corta pero bien selecionada en blancos y cavas, que es lo que le va bien a esta comida con picantes, condimentos fuertes y especias. De precio, entre 50-70 por persona. No lo regalan pero , EMHO, lo vale.
Por una serie de circunstancias la mitad de nosotros no estuvo en la primera cena, ayer por una serie de casualidades y rebotes, conseguimos ir todos a cenar.
Es difícil catalogar y explicar lo que allí se come, podemos decir que es una cocina de fusión en el más amplio sentido de la palabra, lo mejor de todo sin importar de donde, cocinado en la cabeza de David y trasladado al comensal.
Claro esto que parece tan sencillo es complicado en toda su elaboración, ya que nada desentona, nada oculta el plato principal, solo potencia lo que el quiere, pero a pesar de toda su creatividad e intención, esto no funcionaria si no te lo transmiten de forma fiel y clara la idea de ese plato y que ha querido conseguir con esa fusión, PERO AQUÍ NO OCURRE, cualquiera del equipo sabe transmitir con sencillez, amabilidad, simpatía, cercanía y profesionalidad la filosofía de cada plato, tal vez si alguien destaca de forma negativa somos nosotros ya que nos aprovechamos de esas cualidades que tienen y podemos hasta resultar pesados, pedir perdón y dar las gracias.
La comida, recomiendo que al llamar para reservar elegir el menú largo y que te digan la hora máxima en que te lo pueden servir.
Nosotros aprovechándonos de esa amabilidad conseguimos el menú largo compuesto de no se cuantísimos platos, verdaderas joyas gastronómicas, intentamos elegir uno de ellos y es imposible por que el recuerdo te trae otro y otro y al final te quedas con todos.
La carta de vinos es algo corta en blancos, pero seguro que la mejoran.
Un pero NEGATIVO, la sala es pequeña pero por su disposición la acústica es molesta, hablan de una mesa mas alejada y lo oyes fuerte y molesto en la tuya, es como si el sonido rebotara en la sala, algo a mejorar (no altera el resultado final)
Muy recomendable.
En mi opinión el mejor restaurante de cocina oriental o de fusión con la cocina oriental de Madrid. Se encuentra en un lugar un poco dificil de encontrar y quizás no muy apropiado para un restaurante, pero en cuanto comienza el desfile de platos uno se olvida de todo lo demás.
Cada uno de los platos es una pequeña joya en miniatura, sin altibajos, todos a un altísimo nivel. Una brillante fusión de cocinas y sabores, ejecutada a la perfección por David (cocinero y propietario increiblemente joven y cercano).
Es dificil destacar alguno de los platos dada la categoría de todos ellos, quizás destacaría el dim-sum de conejo con zanahoria, el bacalao negro con socarrat de mejillón o el mero (fuera de carta).
La carta de vinos es interesante, pero echo en falta una mayor selección de blancos y/o espumosos, que en mi opinión son los que mejor encajan con esta comida, pero ya se sabe que en Madrid impera el "Tintocentrismo".
Definitivamente, un rotundo exito, Madrid necesitaba un cocinero como David. Enhorabuena.
El restaurante esta en un pequeño local con dos plantas de ambiente minimalista. Solo lleva abierto 9 semanas y ya es complicado encontrar mesa si no se reserva con antelación
Su joven cocinero (David Muñoz) tiene un amplio recorrido en el mundo de la gastronomía Viridiana, Hakkasan (Londres) y aquí lo demuestra con creces.
Nos asesoraron tomar el menú degustación para poder hacernos una idea más amplia de lo que es DiverXO. Pero ya antes de nada nos pusieron unos generosos aperitivos, unas vainas de soja con sal mandón acompañado de una salsa picante (un vicio) y repollo chino a la brasa.
En el menú degustación pudimos probar cosas como “spanish toltilla” un exquisito dim sum de tortilla de patata, y otro dim sum de conejo estofado con zanahorias y espuma, perfecto y delicioso. Siguieron numerosos platos y terminamos con 2 postres (2:30 minutos de disfrute). Todo a un nivel espectacular y sin ninguna nota discordante.
En el apartado vinos no vimos con detenimiento la carta y nos dejamos asesorar por ellos. Un Riax Baixas con barrica y un Dina del Priorat.
Sin lugar a dudas un sitio que necesitaba Madrid. Y que dará mucho que hablar. Sin duda volveremos.
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