Fase gustativa del vino Iohannes Reserva 2009

En boca es elegante, aparece la madera, tanino firme pero dulce, final largo amargoso, acidez justa. Mejorará con tiempo.

Ahora...21.13pm, las notas secantes aumentan si la temperatura aumenta en la sala (18-20ºC), con sabores de frutos rojos (fresas) y madera de roble.

Sorprendido!!! Ataque en boca sedoso, suave, aunque los taninos se hacen notar algo más de lo deseado. La crianza se percibe correctamente. De acidez correcta. Con un final persistente y un retrogusto agradable. Un vino equilibrado, bien integrado.

Tanino domado, chocolate, fruta roja, lácteos, café, notas licorosas cálidas, balsámicos como regaliz, denso y laaaaargo. Le falta acabar de abrirse

No lo habría podido definir mejor

Sorpresa en boca, finura, frescura, ligereza, suavidad.
Entrada suave, paso sedoso, muy bien de acidez, centro pleno, redondo casi, taninos dulces, final gratamente amargo. Postgusto muy largo, tostados, finas maderas, lácteos, compota.
Riquísimo, vinazo.

Muy de acuerdo, me deja un final picante importante.

Me despido que el dueño del teléfono me está empezando a mirar mal. Le abriré otra botella de vino para compensar

Muy bueno!

La entrada en boca es suave y con clase, el paso de boca muy agradable y con toques de elegancia, los taninos pulidos, la acidez bastante bien, el retronasal con notas de la nariz, y el final es largo y con enorme persistencia.

La lengua se te queda como congelada unos segundos por la acidez.

Se nota esa madera al subir la temperatura, pero me parece un vino muy bien elaborado, serio y de calidad.

Me ha gustado más la nariz. En boca se me hace poco expresivo. Delicado y equilibrado pero esperaba algo más. En cualquier caso es un buen vino. Quizá esas variedades en climas no tan genuinamente mediterráneos sean más ligeras en boca.. en fin, es hablar por hablar

Quizás excesivo...le resta armonía en esta fase.

Ahora lo encuentro más voluminoso que antes...la primera toma me ha dejado desconcertado porque lo esperaba más amplio...

Me encanta que los vinos estén para consumir ya, aunque se que eso no siempre es posible. En este caso, si bien se aprecia estructura para aguantar bastantes añitos, el vino está ya redondo, listo para disfrutarlo sin aristas. En boca sigue manteniendo, e incluso aumentando, lo percibido en nariz. Que ya era complejo y armónico. En boca la palabra que lo define es redondo. Entra como la seda, se aprecia la fruta madura, se paladea, es sabroso, el tanino es una delicia, hay calidez y al tiempo frescura, es jugoso, la acidez ayuda y mucho. Se nota que hay estructura, complejidad y armonía. Postgusto largo, muy largo, a lo cual ayuda ese ligero y noble amargor, que está a la altura de las circunstancia de este gran vino.