Peña El Sarmiento

Cena con RayQ, Galicia y el Bierzo

El pasado jueves 31 de julio nuestro compañero de la parte inglesa de verema, RayQ, que pasaba unos días por España, decidió arriesgarse a cenar con algunos miembros de la peña... no sabía lo que le esperaba.

Decidimos poner un tema, aunque con trampas de por medio, que como no, vendrían de la mano de nuestro exótico David y sus vinos raros. El tema era Galicia y Bierzo. Bastante amplio, quizas demasiado, pero así tendríamos mas donde elegir. El lugar fue el Restaurante La Vereda, en Vallecas. La cena resulto excelente y nos hicieron sentir casi como en casa en el restaurante. Recuerdo deliciosas sardinas, buen pulpo, unas almejas bien ricas y una jugosa carne al final a la piedra. Cenamos de maravilla.
Comenzamos la noche con dos entregas de La Bota de, primero la manzanilla pasada nº10. Saca de enero de 2008, solo 15 botas de este vino que sale de una selección de botas de la Guita. Su edad media de unos 14 años la convierten en un producto único. Una maravilla de vino, con un color amarillo oro viejo, tiene una nariz bien intensa y expresiva, terriblemente marina, deja recuerdos de algas y salinidad con alguna nota iodada y acerada, con notas de la crianza, frutos secos y aldehidos, también asoman aromas de flores blancas. En boca es deliciosa, corpulenta, untosa, mineral y con un magnífico final salino. No me cansaría de este vino. De las mejores entregas que han salido últimamente.

Seguimos con una botella que nada mas verla casi se me saltan los ojos de las órbitas. El amontillado Navazos nº1. Que suerte poder volver a encontrarme con otra botella de esta saca en concreto del amontillado Navazos, ¿Cómo se encontrará? Pues de maravilla. Color ámbar intenso, brillante y muy bonito, te avisa ya de que en la copa vino de gran nivel. Con una nariz de buena intensidad y gran complejidad, de nuevo dominada por notas marinas de algas y mineralidad salina, los frutos secos son más intensos, junto con notas tostadas, almendras tostadas, acetaldehídos y acero. También aparecen flores blancas y un fondo calcáreo. La boca es impresionante e invita a acompañar comidas, de gran potencia pero elegancia al mismo tiempo, todo muy equilibrado, muy seco, buena acidez y con un gran final salino.


Nuestro compañero Samuel Cano nos había traído algunas muestras de sus vinos y comenzamos con su Patio Blanco de Airén fermentado en barrica 2007 que, esa misma mañana estaba en la barrica. Siempre que me encuentro con su blanco me doy cuenta del gran mérito que tiene hacer un vino de esta variedad manchega con tan buen resultado. Un vino con muchas lías, si no recuerdo mal, sigue reposando sobre ellas actualmente. En nariz estaba algo cerrado, daba notas de fruta blanca, frutos secos y flores, bastante perfumado (sobretodo al segundo día, yo me llevé una botella a casa, es curioso lo cambiante que es entre día y día, supongo que no añadir sulfuroso es la causa). En boca tiene buena untuosidad y el único problema que le veo, es que le falta algo de acidez, pero es lo que hay con este clima y esta uva… Buen final levemente amargoso y agradable.

Entramos a Galicia, comenzando por Monterrei, con un buen vino con una RCP interesante, el Terra do Gargalo 2006. Color amarillo limón con reflejos verdosos. Nariz de buena intensidad, bastante madura, fruta blanca, algo de piña, flores blancas. En boca es untoso, amargosos y con una correcta acidez, no muy largo, se bebe fácilmente de forma agradable.

Seguimos con el Terras Gauda 2006 y sus levaduras seleccionadas y patentadas. De color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Nariz sin muchas complicaciones, donde aparece manzana, notas cítricas, flores y una leve mineralidad. En boca, buena acidez, con buena carga frutal y amargosidad final. Sin errores, agradable pero falto de chispa.

Decidimos probar un albariño con barrica. Algo que no me suele seducir mucho y que esta botella no haría mas que confirmar. Se trataba del Leirana Barrica 2006, un vino que fermenta y permanece en barricas nuevas de roble francés de 750 litros durante 12 meses. De color amarillo intenso con algún leve destello verdoso. Tiene una nariz no muy intensa, bastante fresca, donde la madera se nota pero no domina, entre notas de fruta blanca madura, flores, algo de miel y alguna nota vegetal y ahumada. Sin embargo en boca si que se nota la barrica, dominando sensaciones mantequillosas y ahumadas no tiene mala acidez y el final es correcto. Bueno, por unos 10€ no esta mal y no me ha parecido el peor vino de estos que se hacen hoy en día con madera, pero no es mi estilo, podría ser albariño o verdejo o sauvignon blanc.

Comenzamos con los tintos y aquí llegó lo que para mi fue el fallo de la noche, que fue no traer mas mencías sin madera. Solo apareció uno, un Viñaredo 2006 de Adegas Santa Marta en Valedoras. Un vino bastante olvidable, sucio en nariz, olía demasiado a sulfuroso y con unos verdores muy marcados. Sin duda no fue el mejor ejemplo de lo que da una buena mencía joven.

Luego entró uno de los vinos trampa, un Chateau des Charles 2002, un pinot noir V.Q.A. Niagara Peninsula de Canadá. Un vino rarillo. Rojo picota de capa media alta, levemente atejado en el ribete. En nariz se mostró muy especiado, con presencia de algo de fruta roja, principalmente cerezas y alguna nota terrosa. En boca excesivamente tánico, sin equilibrio… no me convenció demasiado.

Luego llegaron dos botellas del tinto del Samuel Cano, el Patio. Primero el 2007 que venía también directamente de las barricas y que cargaba un 90% de Syrah y un 10% de Cabernet Sauvignon. Color rojo violáceo, bastante cubierto, con una nariz de buena intensidad donde encontrabamos frutos negros maduros, notas de yogurt, algo de carne ahumada, especias y muchas violetas. En boca el tanino sigue marcado, pero el vino tiene buena acidez y no dudamos de que se pula bien en botella. El 2006 que vino posteriormente resultó una delicia. 100% Syrah en este caso, conservaba prácticamente el mismo tono. En nariz muy similar al anterior, pero quizás mas elegante y en boca es donde el tanino se había pulido bastante bien, conservando una buena acidez y haciendo un vino carnoso y muy agradable bastante largo en el final. Muy rico.

Volvimos a Galicia, en este caso a un tinto bastante rarito de Rias Baixas de la bodega Forjas do Salnes, la misma que el Leirana. Se trataba del Goliardo Loureiro 2006 tinto… a mi parecer fue uno de los vinos gallegos mas interesantes de la noche, aunque no sabría decir si me gusta o no. El vino aparece con un color picota amoratado muy intenso. La nariz es de buena intensidad y muy agradable, frutos negros maduros, notas de violetas, mineralidad de tierra húmeda y alguna nota vegetal. En boca es donde tengo el conflicto, aunque es original, muestra una salinidad mineral muy marcada, que en un blanco me gustaría, pero aquí me descoloca un poco. Es como chupar un canto rodado de la playa. Muy seco, buena acidez, tanino pulido y de nuevo algún recuerdo vegetal. Es bastante largo. Tendré que volver a probarlo para decidirme. Al menos tiene personalidad bien marcada.


Continuamos con el Palazuelo 2005 de Raúl Pérez para la revista Matador. Un Mencía del Bierzo que pasa 18 meses en barrica nueva de roble francés. Mirando las elaboraciones supongo que se trata de un vino muy similar al Ultreia de Valtuille. De color rojo picota amoratado buen cubierto. En nariz destaca la fruta negra madura, pero no compotada, con algunas notas vegetales típicas de la variedad, bastantes violetas y buena mineralidad y alguna nota ahumada. Madera bien integrada apenas perceptible en nariz. En boca es bastante maduro, con un tanino algo agresivo en estos momentos, tiene una buena acicez y un final amargoso agradable bastante largo. No esta mal el vino y en unos años podría integrarse para dar un buen vino.

Y acabamos Galicia con el Paixar 2002… Quien conozca mis gustos, sabrá que este vino no es de los que mejor se adaptan a mi perfil. De color rojo picota amoratado increíblemente oscuro y cubierto. ¿Seguro que es un 2002? Nariz de buena intensidad, con fruta negra madura, muy madura y muuuuucha madera, tostados, cacaos, balsamicos, café, coco, vainilla… vamos un claro exponente de un Starbucks wine. Se suele decir que es un vino bastante mineral, pues poco pude ver entre tanta ebanistería “fina”.En boca continúa con un tanino bien marcado, acidez correcta y recuerdos de la fruta madura. Lo encuentro algo agresivo. Se me plantean dudas, ¿se acabará integrando este vino? ¿Cómo era nada mas salir al mercado? Al precio que tiene, no seré yo quien dedique mis euros a contestarlas.

Entremedias apareció otro vino raro, La Briffaude, Les Flacons 2000, un Vin de Pays d’Oc, monovarietal de merlot. Color rojo picota, con una nariz dominada por notas de carne asada, fruta muy, muy madura, casi pasa y algunas notas de arcilla. En boca terriblemente tánico, con sensaciones verdosas nada agradables.

Acabamos con lo mejor de la noche. Un Jurançon dulce del Domaine de Souch, la Cuvée Marie Kattalin, del 2002. mmm! No me canso de los dulces de Petit Manseng y este vino de la biodinámica Yvonne Hégoburu es un gran ejemplo. Color oro viejo brillante. En nariz es intenso, donde encontramos notas de miel, orejones y frutas escarchadas, especias, flores blancas y alguna nota ahumada que me recuerda al pedernal. En boca se bebe con frescura, buena mineralidad y azúcar muy bien integrado con esa acidez característica de estos vinos de las primeras laderas de los Pirineos. Es largo e invita a repetir. Delicioso.

En fin, muchas risas y un gran placer compartir mesa con el amigo RayQ. Espero que él lo pasara tan bien como yo. Fue divertido ver la cara que ponía cuando Samuel hablaba de los megadepósitos de las grandes cooperativas manchegas.

Sobre los vinos gallegos... Bueno, este formato de sobaquillo para catas temáticas no es lo mejor, ya que acaban faltando cosas muy representativas y se repiten algunas otras demasiadas veces. En blancos sin duda nos quedamos muy cojos. Y en tintos, como ya he comentado, faltaron un par de buenos ejemplos de Mencía joven.

  1. #1

    AntonioJesus.AkatA

    Olaf, empiezas con mucha trampa, el tema Galicia y el Bierzo y los primeros vinos son LA Bota de ¡Viva San Luca y la buena mezcla!, pero no tenéis perdón por el evento y por los grandes vinos. Aunque estos sin la compañía no son nadas.

    Seguid con la juntera.

  2. #2

    AntonioJesus.AkatA

    Que bien os trata Samuel ¡Así da gusto! y como evolucionan sus vinos.

    Saludos

  3. #3

    Olaf

    Si, el Samu nos cuida bien. Es bonito ver como esta iniciando su proyecto y lo bien que trabaja sus vinos.

    Y lo de la trampa... es que... no nos pudimos resistir. A mi incluso me supo un poco mal, porque la bota esa de amontillado, es para beberla y centrarse en ella al 100% no para comenzar un festival de vinos.
    Saludos

    Olaf

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