Pas de deux

En esta novedosa actividad participaron 84 parejas procedentes de 20 provincias españolas e incluso personas de otros países como Italia, Dinamarca, Holanda o Rusia. Tanto en la primera fase –eliminatoria- como en la final se cataron siete vinos, 2 blancos, 3 tintos y 2 vinos especiales.

La duración -en tiempo real- de cada una de las fases fue de 90 minutos. Tras lo cual el jurado verifico los resultados, deliberó en el caso de los empates y decidió las parejas que pasaban en la final. En ambas fases la información solicitade de cada uno de los vinos -y su valoración- fue:

-País (1 punto).
-Zona de origen (1 punto).
-DO/AOC/… (2 puntos).
-Variedad/es (4 puntos).
-Añada (3 puntos).
-Elaborador (2 puntos).
-Marca (2 puntos).
-Comentario de cata: sólo fue valorado para dilucidar los empates entre las distintas parejas participantes.

El jurado estuvo compuesto por personalidades del mundo de la sumillería, enología y prensa gastronómica: Juan Manuel Bellver (Periodista y crítico gastronómico), Fernando Gurucharri (Presidente de la Unión Española de Catadores), Juan Muñoz (Presidente de la Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres), Dirk Van Der Niepoort (director de Niepoort Vinhos) y José Peñín (Periodista y editor de guías y revistas especializadas).

A la fase final, que tuvo lugar por la tarde, pasaron 10 parejas y tras una emocionante final los ganadores fueron:
1ª pareja: Rafel Sabadi Vila (L’Escala, Girona) y David Martínez Martínez (Sitges, Barcelona).
2ª pareja: Àlex Duran Alert (Barcelona) y Jordi Xavier Romero Romero (Rubí, Barcelona).
3ª pareja: Daniel Poveda Martí (Madrid) y Ugo Pedro Moreno Nolla (Barcelona).

Los premios fueron:
1ª pareja clasificada: 12.000 euros y un viaje a la fábrica Riedel (Austria).
2ª pareja clasificada: 4.000 euros y un lote de 48 copas Riedel Vinum.
3ª pareja clasificada: 2.000 euros y un decanter Riedel Vinum.

Finalmente las Las tres primeras parejas clasificadas realizarán un viaje de dos días al Piamonte para visitar la bodega Ceretto y disfrutar de una cena en el restaurante Piazza Duomo de Alba, con una estrella Michelin.

Entre los participantes hubo destacados profesionales pero también buenos aficionados que dieron rienda suelta a su intuición y se aplicaron en la dura tarea de tratar de desentrañar la máxima información posible de los vinos catados a ciegas.

Sin más información que el tipo de vino (blancos, tintos y especiales) y lo que sus sentidos les aportaron algunos de los catadores hilaron muy fino y acertaron con precisión alguno/s de los vinos catados. Luego hubo tiempo para la modestia y la lógica referencia al carácter aleatorio inherente a descubrir un vino en cata a ciegas en un mundo con centenares de miles de marcas no debe enmascarar el gran conocimiento sobre el mundo del vino que mostraron buena parte de los participantes.

El próximo, seguramente en Madrid. ¡¡¡Estaremos atentos!!!!