Jugando a vendimiar con Down Valladolid en Bodegas Emilio Moro

• La bodega vallisoletana ha celebrado el comienzo de la vendimia con el evento ‘Descubre la vendimia’, en colaboración con Down Valladolid, para que los niños y niñas aprendan a vendimiar en forma de juego

• Con este evento, celebrado este domingo 18 de septiembre, reafirman su compromiso de impulsar la bodega en el ámbito de responsabilidad social corporativa

 

La vendimia en Bodegas Emilio Moro ha comenzado. Se trata de una de las épocas más importantes del año y para esta bodega, referente internacional de la Ribera del Duero, no hay mejor ocasión para celebrar una fiesta bajo el nombre ‘Descubre la vendimia’, en colaboración con Down Valladolid con el fin de dar a conocer cómo se desarrolla la recogida de la uva.

El evento que ha tenido lugar este domingo 18 de septiembre en la propia bodega a la que han acudido más de 60 niños acompañados de sus familias y amigos y que ha contado con la asistencia de colaboradores de la bodega, quienes han enseñado a niños y padres cómo se desarrolla la vendimia a través de talleres didácticos en forma de juego.

La directora general de Bodegas Emilio Moro, Patricia Sánchez, ha destacado que para la bodega es muy importante tener colaboraciones con entidades como Down Valladolid, con quien comparten valores, para dar visibilidad a su labor.

Para nosotros es un auténtico placer que nos hayáis escogido para celebrar estos talleres

Desde Down Valladolid ha acudido el vicepresidente de la entidad, Ismael Alonso.

Para ellos es un día de fiesta y el planning es para pasar un día estupendo

Divididos en cuatro grupos, los niños han conocido varios procesos de la vendimia a través del juego. De forma simultánea y pasando por todos los talleres, acompañados por los colaboradores de la bodega, han experimentado en primera persona tareas como la poda o el pisado de uvas.

Otra de las actividades ha consistido en la selección de uva -con pequeñas pelotas de color morado a modo de uvas-, en la que han tenido que seleccionar las uvas en buen estado y desechar las malas para, después, lanzar las buenas y encajarlas en una portería. 

En su compromiso por cuidar el medio ambiente, la bodega organizó un taller de reciclaje que consistía en una actividad artística con la que han aprendido a reciclar corchos, dándoles una segunda vida haciendo llaveros o juegos.

Es un taller enfocado en la concienciación medioambiental en el que, con los corchos que nos sobran, se hacen manualidades para darles una segunda vida,

ha añadido la directora del departamento de Responsabilidad Social Corporativa, Vanesa Manrique, quien ha comentado que la bodega busca fortalecer su compromiso con la sostenibilidad, el medio ambiente y el ámbito social.

Tras finalizar los talleres, los niños y niñas, junto a sus padres y el resto de los asistentes, han disfrutado de un almuerzo en el que no faltó el vino de Bodegas Emilio Moro y los más pequeños han jugado en un castillo hinchable en el que la diversión ha estado asegurada.

Sobre Bodegas Emilio Moro

El origen de la bodega se remonta a 1891, año de nacimiento, don Emilio Moro, de la primera generación, en Pesquera de Duero (Valladolid), enclave privilegiado de la Ribera de Duero rodeado de viñedos. Emilio Moro, abuelo de los actuales propietarios, enseñó a su hijo el amor por el vino, y este, a su vez, lo transmitió a sus hijos. Actualmente es la tercera generación la que se hace cargo de la bodega que posee unas 300 hectáreas de viñedo propio. La gama de vinos engloba Finca Resalso, que recibe su nombre del viñedo que se plantó cuando nació Emilio Moro, padre de la tercera generación; Emilio Moro, buque insignia de la bodega; Emilio Moro: Vendimia Seleccionada, un tempranillo para cuya elaboración se tienen en cuenta los aspectos más representativos de cada añada; La Felisa, su vino ecológico y sin sulfitos añadidos. Completan sus referencias la gama de Malleolus: Malleolus, Malleolus de Sanchomartín y Malleolus de Valderramiro, que reciben el nombre en honor a los viñedos más antiguos de la bodega y Clon de la Familia, máxima expresión de la variedad Tempranillo y de los tres tipos de suelo de la Ribera del Duero: pedregoso, arcilloso y calizo. Bodegas Emilio Moro, además, comenzó su proyecto en 2016 en El Bierzo donde, con ya más de 50 hectáreas en propiedad, elabora blancos 100% godello: Polvorete, El Zarzal y La Revelía.