Adictos al Queso
Que casualidad, siempre es buen momento...
El queso lo tomamos en el desayuno, a media mañana nadie le dice que no acompañado de una cerveza o copa de vino, que por cierto casa con blancos, rosados, tintos, espumosos, dulces...
El queso adorna fantásticamente una mesa que está esperando a que llegue la paella, chuletón, potaje o cualquiera que sea el plato fuerte del día. Es bien sabido que "un postre sin queso es como una doncella hermosa, pero tuerta" (Anthelme Brillat-Savarin). ¿Quién no ha calmado su apetito con un poco de queso a media tarde? Y por no hablar de esos días en los que no pretendes cenar mucho y con un poco de queso vas servid@. Que casualidad...
La madre naturaleza es muy sabia y con el fin de que las personas y los animales lactantes se alimenten para sobrevivir en sus primeros meses de vida incluyó en la receta de la leche materna algo que hoy en día llamamos CASOMORFINA, generalmente todo aquello que acaba en -ina produce un efecto de adicción en nuestro cerebro como por ejemplo morfina, teína, cafeína... Que la leche contenga casomorfina asegura que el lactante querrá más.
En el momento de añadir el cuajo (animal o vegetal) a la leche, se separan el suero láctico de la caseína, es decir, la proteína láctea, que por supuesto contiene el mayor porcentaje de la proteína antes mencionada.
Conclusión:
Claro que te gusta el queso, ¡claro que lo comerías a todas horas!, por supuesto que siempre tienes una cuña en casa, es normal, sencillamente somos adictos al queso.
pd: que nadie se alarme, esta adicción es saludable, está permitida y además esta ¡riquísima!
LA DIETA DEL RUMIANTE ES DETERMINANTE EN EL RESULTADO DEL QUESO