Cuatro Corazones 2020

Entrada original: Cuatro Corazones 2020

Vuelvo al blog tras unas semanas realmente agitadas, ya que hubo mucho movimiento con mi entrada anterior, en la que contaba el plagio que había sufrido, y las curiosas mañas del plagiador. En cierto modo, deseo pasar página, pero si lees esto, amigo Enrique, sé dónde estás, y aún espero una disculpa, manías que tiene uno. Puede que se me olvide, puede que no. Además de estas miserias, he recibido buenas noticias, que nos llevarán a nuevas entradas muy pronto aquí, esas llamadas que uno siempre desea recibir, entre tanto spam telefónico. Quizás el nombre de este vino tenga algo que ver, como llamando a las buenas vibraciones, a cargar pilas con algo más positivo que el insulto y la bajeza humana de las redes sociales.

El Cuatro Corazones 2020 está elaborado por Bodega Adrada Ecológica desde Adrada de Haza, y aparece a la D.O. Ribera del Duero. En entradas anteriores, unas cuantas ya, os he contado cosas de esta pequeña bodega familiar, punta de lanza en su momento con los vinos ecológicos que elaboraban Jesús Lázaro y Maite Perera, ya que su Kirios de Adrada pasa por ser el primer vino en ecológico, en la Ribera del Duero. Este vino parece el arranque de un nuevo proyecto, una nueva línea, comandada por Maite, del que este tinto es su primer fruto. Mis intentos por ampliar la documentación sobre el actual estado de la bodega, han sido infructuosos. Es altamente probable que parte de esta entrada se complemente debidamente en el futuro, pero es hora de publicarla ya . Está elaborado con uva tempranillo de viñedos entre 10 y 30 años, vendimiado en la primera quincena de octubre de 2020; fermenta durante 19 días en depósitos de inox, y la maloláctica espontánea también en inox, con una crianza posterior en barrica de 5 meses, barrica francesa 80% y americana 20%.

«Es posible que este vino Cuatro Corazones forme parte de tu vida,
de tus problemas o inquietudes, de tus recuerdos, de tus ilusiones,

de tus sueños o anhelos… Depende de ti.»

Maite Perera

Presenta un color rojo burdeos de capa alta, ribete grana mas que violáceo ya, lágrima persistente, con un voltaje que llega a los 14,5 grados. Suave nariz, amable, con un punto goloso y el toque de barrica justo, para no empalagar su regaliz; fruta roja madura con un leve punto boscoso. Amable entrada en boca, con una acidez muy fina y ajustada, cuerpo medio, cremoso, dejando un regusto final que nos lleva a la barrica, pero siempre con un punto goloso muy interesante. Un vino natural y se puede decir divertido, que no tiene nada que ver con otras referencias vínicas naturales, muy agradable y con frescura. Además, no creo que me equivoque, quizás el vino mas asequible para empezar a profundizar en el buen hacer de esta bodega. Más vinos naturales como este necesitamos para ganar adeptos. Recomendable.

R.