De color cereza marronoso de capa media, borde atejado, limpio y brillante, reflejos anaranjados. En nariz inicialmente se presenta muy íntegro y con síntomas de buena evolución, aunque necesitado de airearse para ir creciendo. Predomina el componente terciario que aporta suaves notas tostadas de perfil clásico riojano. Hay duelas envinadas, tostados cremosos, cacao amargo, y una ligera nota vegetal, casi mentolada, que se funde en la fruta roja madura. En boca es de medio cuerpo, fino, fresco, suave y elegante. En muchas cosas recuerda a los antiguos Murrieta crianza (Etiqueta Blanca) por esa decidida apuesta en la sutileza y el equilibrio. Taninos sedosos, redondos, esculpidos por los años pero aún vivos. Un tinto muy amable de beber que muestra cómo han evolucionado los que se dieron en llamar "nuevos vinos de Rioja" a mediado de la década de los 70. Los de Domecq eran uno de ellos.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/04/marques-de-arienzo-1976-gran-reserva.html