Botella del lote de Verema de junio de 2012, abierta sin dificultad con el sacacorchos de láminas y decantada un par de horas antes de su disfrute.
Cereza de capa media-alta con tonos rubí y el ribete algo atejado ya. Limpio y brillante. Lágrima abundante, densa y ligeramente coloreada.
Nariz de intensidad media, muy elegante y con un gran paleta aromática. Fruta roja muy madura, tabaco, notas balsámicas y minerales, caramelo, chocolate con leche, canela, regaliz y nuez moscada.
Boca intensísima, sápida, con una extraordinaria acidez y los taninos pulidos y bien presentes. Corpulento, aterciopelado y eterno, con la fruta en el centro de ese largo final.
Una maravilla que habría aguantado perfectamente otros diez años más en mi vinoteca.

Si tienes alguna botella, haz lo que voy a hacer yo. Guardarla. Y poder comprobar donde se queda en relación a añadas anteriores. Esto es lo que escribí hace siete años en mi nota de cata anterior.

Se expresa de forma clara y concisa desde el primer momento, si bien, ahora cuando escribo ha pasado un día, conservo una copa dejada a propósito para unir las primeras sensaciones con las de la evolución.

El recital es impresionante, tiene una madurez serena y dichosa, es un vino que cautiva y atrapa, bien definido, con un buen peso frutal maduro con forma de arándanos, mora y cereza, envueltas en finos cueros, clavo y pimienta, regaliz y madera envinada, incienso y un toque vegetal agradable y esclarecedor, pimiento asado. 

En boca la entrada es amable , tacto sedoso, tierno, profundo, lo paladeas, el tanino es noble, sereno y con carácter. La acidez expresiva, tan jugosa como sana, es puro deleite el conjunto y la armonía de las sensaciones. Calienta el alma y el espíritu. Un "clásico" riojano, elegante, diferente, con garra, argumentos interminables, todo un ejemplo.

En fin, ha sido mi última botella...

Escucho el tema del bueno de Lyle Mays, Eberhard. Sin saberlo fue su última grabación en forma de homenaje para el gran músico, contrabajista Eberhard Weber.

Potente y poderoso en nariz, con personalidad, pero muy marcado por matices herbáceos, muy vegetal en nariz. En boca es redondo, con penetrante acidez, largo , sin aristas, bien hecho

También con toques de edad, pero conservando finura, toques verdosos, herbaceos unido a fruta madura especiada, algun toque de oliva negra. Buen vino

Vino color picota madura con ribete granate e irisaciones teja, capa media, limpio, brillante y lágrima fina.
En nariz con buena intensidad, nos recibe con una fruta roja en mermelada con un punto de bombon de licor, para evolucionar hacia notas de cedro, especias y una fruta madura realmente agradable, perfumado y elegante.
El paso por boca, suave, amable, sedoso, de entrada ágil y limpia, cuerpo medio, buena acidez, equilibrado, fruta madura, bien hecho y con un tanino muy pulido, maduro y redondo.
Retronasal, fruta roja madura.
Postgusto, largo y muy bueno.

Me ha gustado bastante, pero tengo que dedir que las espectativas eran más altas.

Diseño elegante y bonito, en la línea de la bodega.
Presenta color picota intenso, ribete granate, capa alta.
En nariz hay aromas a fruta negra madura, pimientos asados, maderas bien integradas. Balsámicos, especiados, regaliz, lácteos, hoja de laurel, tabaco.
Agradable en boca, potente, elegante. Buena acidez, tanicidad suave, equilibrado, buen volumen, aromático, intenso. Es persistente, tiene cuerpo, persistencia. Fruta negra compotada, torrefactos, mineralidad, recuerdos a cuero, a regaliz, balsámicos, muy ligeramente goloso. Persistencia media, a fruta tostada.
Buen vino pero muy subido de precio.

Comprado en el Carrefour de mi zona por 24€... Chollo o suicidio?
En este caso chollo... pues el vino está sanísimo, fino, suave, redondito... Huele de maravilla,conservando carácter frutal con notas elegantes de crianza, sabe moderado, con esa lujuría contenida, sin alardes, que sólo los grandes saben lucir. Clásico entre modernos. Es magnífico poder beber hoy un vino con tantos años como mi hijo... con tantas cosas por contar...

Es de un rico aroma fino y especiado, equilibrado,potente, elegante, repleto de carga y lo entrega de forma magistral, no se hace esperar, es todo un recital. Ganan los finos aspectos de crianza en barrica, es dulce, diría que goloso, embelesa con su aroma, cautiva, me gusta sentir, de forma descarada la madera y su tostado, de calidad, cierto, aupada por una fruta de primera, grande y soberbia, en fina mermelada, acaso en compota, madura y negra, hay incluso fruta roja, es como un yogur de frutas del bosque, donde se mezclan las grosellas negras, con el arándano y la mora. Hay un fondo balsámico, el vino se limpia y perfila mejor su contenido, surge el tabaco tostado, las especias dulces y la pimienta negra, el regaliz. Hay frescor en el conjunto, rebosa y transmite vida, da gusto,sientes placer. En la boca se mueve entre la amabilidad y ese tanino algo duro que pide que lo paladees, lo rechupetees, la verdad es, que la acidez ayuda y mucho, diría que lo consigue, suaviza y da chispa. Es fresco, jugoso, joven, la madurez, de momento, no marca, o no se impone más de lo que el vino quiere. La fruta tiene peso, le da contenido y argumentos, el alcohol esta bien tramado, da calor y ese aspecto balsámico, es envolvente. Conforme lo bebes y la boca se hace a él, porque tiene muchos arrestos, gusta un poco más, se muestra con algo de suavidad, lo de puño de hierro en guante de seda, invita al trago, muy alavés, con ese punto clásico, nada trasnochado y sin esa modernidad que lo desdibuje. Si tienes alguna botella, haz lo que voy a hacer yo. Guardarla. Y poder comprobar donde se queda en relación a añadas anteriores.

Presenta un color cereza oscuro, limpio y brillante, de capa alta, con ribete de color teja. Buena lágrima que tinta levemente la copa

En nariz, posee una elevada intensidad aromática con mucha fruta negra madura y notas a tostados y ahumados. Toques especiados y lácticos. Todo ello en perfecta armonía y equilibrio.

En boca, tiene una entrada amplia, con cuerpo y con un paso por boca muy agradable, muy carnoso y denso. Los taninos son suaves y pulidos. Buena acidez con un punto goloso. Postgusto largo y equilibrado.

Un clásico entre los clásicos que no defrauda, complejo y elegante...

No lo sé, pero esperaba algo más de este vino. A la vista tiene un color granate rubí con destellos teja y menisoc granate y atejado. La nariz es expresiva y de cierta complejidad, siendo innegable la buena integración fruta-madera. Ofrece notas de reducción fina (cueros, almizcle, tabaco rubio, caja de puros, trufa), florales (rosa y violeta), especiados (azafrán, canela, nuez moscada y clavo), junto a bollería, torrefactos y balsámicos (laurel, regaliz y eucalipto).

En boca es espirituoso, carnoso, con buena acidez, aunque algo secante aún y con taninos vivos.

En definitiva no es mal vino, más clásico en nariz con esa complejidad de reserva riojano y algo más moderno en boca.