Encontramos este tempranillo joven a un precio muy asequible para lo que estamos acostumbrados en Ecuador. Se trata de un monovarietal de la D.O. V.T. Castilla y León. Abrimos la botella y dejamos respirar por espacio de 30 minutos. Tapón un pelín corto y tintado tan solo en su base. Servimos a 17°C para su valoración.

VISUAL: De color rojo picota de capa media con un amplio ribete violáceo (87).

OLFATIVA: En nariz encontramos aromas de frutos rojos (fresas y frambuesas). Al agitar aparecen herbáceos de laurel, especiados de canela y pimienta negra, notas florales de rosas rojas y recuerdos de regaliz de palo. Bien de complejidad con una intensidad media (86).

GUSTATIVA: En boca se muestra muy dócil, con la acidez controlada y los taninos mulliditos. Paso por boca cremosito, fresco y muy amable. Desprende aromas retronasales frutales intensos, a fresas y ciruelas negras. En el post-gusto explosión frutal de nuevo con recuerdos herbáceos y un final licoroso muy interesante. Nos da una persistencia de dos minutos y 10 segundos. Rico vinito joven con esos añitos de botella que le han venido al pelo. Muy rico (87).

La RCP me parece excelente. En España cuesta poco más de 5 euros y para ese precio es un vino delicioso. Aquí en Ecuador nos costó unos 8 euros al cambio, lo cual está muy bien.

MARIDAJE: Nos lo tomamos en tres ocasiones. La primera con unos frijolitos con manitas y costilla. Después con un espectacular T-Bone de 700 grs con all-i-oli y nos lo terminamos con nuestro surtido de queso, jamón y embutidos ibéricos. Un vino muy maridable por su amabilidad y con una frutosidad tal que desgrasa perfectamente los intensos sabores cárnicos. Nos pareció perfecto con el T-Bone... rico, rico.

Salud-os!!