Cereza granatoso de capa alta y ribete degradado

Frutos rojos con predominio de guindas en licor y aromas especiados de bajo monte, retama y tomillo, con rastros de regaliz e hinojos

Entrada potente con cuerpo un vino denso pero de una acidez excelente y un recuerdo frutal con notas de regaliz sobre un fondo balsámico y un recorrido medio y placentero sin duda una grata sorpresa este H

Botella muy original, de diseño, lo mismo que etiqueta, cápsula y contraetiqueta, con nota de cata. Corcho de calidad. Bonito color rojo cereza, con menisco malva que comienza a virar a anaranjado. Lágrima gruesa. En nariz es intrigante, con predominio de los especiados, los minerales, el regaliz, muy concentrados y que son potenciados, sin cambiar apenas de características, con la aireación. En boca muestra un excelente buqué, bien ensamblados los taninos, sabrosos y cálidos, con un largo posgusto. Un vino elegante y de calidad. Sobre la "larga vida", de la que habla en la contraetiqueta ya se verá.

Color picota intenso con reflejos violáceos.
La nariz se muestra dominada por la fruta negra y roja, con toques tostados y balsámicos, todos de buena intensidad.
En boca muestra una leve astringencia, potencia en su ataque, acidez correcta y recorrido medio.
Coincido con Jorge e Iñaki en que la sensación en nariz es mejor que en boca, donde todavía está un poquito verde.
No está mal el vino, pero todavía le queda para alcanzar su plenitud. Desconozco el precio por lo que no puedo opinar sobre su rcp.

Rojo picota con reflejos rosáceos.
Frutos rojos en sazón (frambuesas, grosellas,…), florales como las violetas. Aromas de eucaliptos y balsámicos, minerales como el grafito y carbón. Buena intensidad y variedad aromática que te motiva para ponerlo en boca.
Ataque sabroso aunque un poco astringente todavía. Estructurado y de medio recorrido.
Mejor en nariz que en boca

Rojo picota, buena capa, ligero violáceo en ribete. Nariz de mediana intensidad, aromas inicialmente más florales y mentolados, fruta roja y negra madura, fondo de tostados y torrefactos. En boca es donde el vino no me convence tanto, deslabazado, sin integrarse sus componentes, posiblemente sea algo joven todavía y necesite tiempo. La acidez y el alcohol no se integran junto a los taninos formando un conjunto, si no que cada cosa va un poco por su lado y el vino se queda a la mitad del paladar y no me invita a seguir. Para mi, mejor en nariz que en boca. Repetiremos si se puede en un futuro a ver si ha mejorado en botella.

La fruta del bosque fresca bañada en suaves lácticos es la impronta que nos deja este vino desde el primer impacto olfativo, fruta y más fruta, aunque no percibo eternas maduraciones ni largas maceraciones. Hay también notitas leves que recuerdan al paso por madera y cierta mineralidad calcárea en su final. En boca es de medio volumen y madurito en las sensaciones frutales, dejando un recuerdo goloso y de media acidez en el paso. Retronasal de buena intensidad con notas de ciruelas negras maduras. Posgusto medio con cierta astringencia de taninos de vino joven, que seguramente la botella afinara y que cierra al vino dejando aspectos de golosos. Rico.