Esta vez Robertson nos da, en lugar de Garnacha, una Syrah con un toque de Viognier. Cereza con ribete morado, nariz con fruta fresca, especiado, ligeros balsámicos, notas cárnicas y de aceituna negra sobre fondo de violetas.
En boca es un vino de gran frescura, tanino pulido, sedoso, fruta fresca, destacable acidez, final salino y largo. Rico
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Personalizar”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.