Un gran vino con más de "dos dedos de frente". Norrel Robertson en la elaboración de este vino, el Syrah recibió hollejos de la uva Viognier durante la vinificación. Un vino fresco y muy fácil de beber de color rojo intenso con borde morado. En nariz aromas de toques florales y mucha fruta, sobre todo compotada. En boca tiene cuerpo, aunque es fresco, ligero y elegante, buena acidez, equilibrado, concentrado, mucha fruta y con un tanino muy goloso. Me ha gustado