Tenemos en casa a un amigo de mi sobrino, ingles (de la City) y me dice que le gustaría probar un vino de su año, 1994. Bajamos a la bodega y veo este Gaudium que todavía no he probado, así que nos decidimos por él. Lo metimos en la vinoteca a 15°C durante una hora. Luego abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de una media hora. El tapón salió sin problemas, compacto y tintado casi un cm desde su base. Servimos a 17°C.
VISUAL: De color rojo picota de capa media con el ribete amplio en tonos rubí-atejados. Lágrima escasa, lenta y transparente (86).
OLFATIVA: Todavía emana aromas frutales, a mermelada de ciruelas y a higos secos. Al agitar la copa encontramos notas especiadas a pimienta de jamaica, canela y clavo. También hay herbáceos de montebajo y notas más viejunas de polvorilla, hojarasca húmeda, trufa negra y desván. Los terciarios se muestran solemnes, cuero curtido, caja de puros y crin de caballo con un trasfondo amaderado elegantísimo de ebanistería fina que todo lo envuelve. Su intensidad es media y eso le penaliza un poco, pero su complejidad resulta abrumadora (89).
GUSTATIVA: En boca mantiene una buena acidez, buen punch. Los taninos bastante pulidos, pero emergentes tras cada sorbo. Bastante amplio, carnoso y con cuerpo, interesante como mantiene su estructura tras 25 años y a la vez con un paso por boca sedoso y aterciopelado, amabilísimo. Retronasal con recuerdos frutosos y especiados. En el post-gusto asoman sabores tostados y terciarios (animales) indicado que ya tiene una edad y nos da una persistencia de dos minutos y 20 segundos. Me ha parecido un vino muy bien elaborado, elegante y muy bien ensamblado, redondito por los cuatro costados, probablemente en su clímax en estos momentos. Tengo dos botellas más para ver si aguanta otros añitos más a este nivel (93).
La RCP fue excelente en esta compra. Por 60 euros conseguimos 3 botellas, a 20 cada una, increíble pero cierto. Me resulta curioso que este vino valía hace 15 años en torno a los 50 euros y ahora se consigue por unos 35 (añada 2014).
MARIDAJE: En esta ocasión, nuestro amigo Joe, mi sobrino y yo, nos ventilamos la botella disfrutando a solas del mismo, saboreando y comentando cada sorbo. El inglés alucinó en colores como era de esperar ):
Salud-os!!
Color cereza bastante uniforme.
Bien de intensidad, en primeras impresiones parece que se ha ido, pero NO, al rato despierta poco a poco, aparecen primero finas maderas algo húmedas, notas terrosas, tabaco rubio, hojarasca y bosque umbrio. No evoluciona demasiado, perdiendo algo de sensaciones húmedas, acabando con cierta especie dulce y caja de puros.
Sedoso en boca, dulce, muy maduro, disfrutable, tanino aterciopelado casi sedoso, largo y placentero.
Aqui nos tropezamos con la paradoja: verduras y excesos de frutas, casi un potingue. No nos ha gustado este 94 ni el 98 que tenia toda flota recien cortada. Extraer que algo queda. Algo pasado de graduación.
El 1996 fue quizás el más amable, con una buena madera. Vinos cojos, vinos que necesitan aireación.
Color cereza, capa media-alta con menisco algo anaranjado. Por el color, no diría que es un vino del 94, sino más joven. Lágrima muy abundante y lenta. Tras airearlo, en nariz, conserva abundantes aromas a frutos rojos y negros maduros, especias, cacao, regaliz, tostados y maderas. En boca, vuelve a sorprenderme, ya que es sabroso, potente, amplio, con una correcta acidez y bastante complejo. Retronasal muy interesante, como todo el conjunto, que me ha gustado mucho. Además, no estaba yo muy predispuesto ante este vino, pero tenía razón el enólogo que me lo recomendó (me costó 33 euros y tengo otra botella, a ver como evoluciona).
He vuelto a catarlo, sin duda las notas de Gonzalo y la Peña, deben estar algo, digo algo, condicionadas por las condiciones de los ejemplares catados, acabo de tomarlo, ami me sigue pareciendo un gran vino , estupenda elaboración confirmo mi humilde impresión pasada. creo que aún mejor, además de la extraordinaria nariz tiene una gran boca, un muy buen vino, dejo la nota, pero me ha costado no tocarla, palabra, buen vino
El vino por desgracia daba la sensación de estar "cocinado". En un primer momento me parecía que tenía aromas acompotados pero no era sólo eso, olores a cocina, piperrada, pimiento asado... En boca no está mal pero no como para tirar cohetes.
No podemos decir lo mismo sobre este vino. Lo que probamos nosotros tenía un color cereza con ribete teja y una nariz extrañísima que nos recordaba a pimiento asado, piperrada, verdura cocida, compota y algo de vainilla. En boca nos pareción un vino correcto que no emociona y falto de profundidad. ¿Puede que fuese la botella?
Color picota de capa media, en copia quieta se aprecias muy notables notas de arándanos y moras, tambien otras rojas asi grosella, sobre un hermoso fondo de notas ahumadas y tostadas en perfecta armonia y conjunción, chocolatería y regaliz dan paso a una boca exquisita, sedosa, aterciopelada y equilibrada en una palabra, paso firme, largo persistente y, claro, frutal maduro y la puntita de amargor que se aprecia resulta bueno y deleita el retronasal que es muy sabroso, vino muy bien elaborado, con gran potencial y aunque ya está para beber aun mejorara a la vuelta de la esquina, muy recomendable.
Color picota no muy intenso con borde teja.
Aromas potentes y elegantes a frutos rojos y negros muy maduros, la madera de muy buena calidad y nueva, tostados, especias, balsámicos y minerales. Miy bien en nariz.
En boca también es potente, con un paso de boca agradable y estructurado, retronasal a maderas, frutas, tostados y especias. Final largo y persistente. No esta mal, pero esperaba más de este vino. Mala relación calidad/precio, cuesta sobre 50 €., el corcho un 8.
Vino tinto de color rojo picota de intensidad media, con ribete algo atejado.
Lagrimas gruesas y lentas.
En nariz es un vino complejo, con aromas de sobremaduración, hollejo tostado, ceniza, frutas rojas y negras muy maduras (arandanos, ciruelas, zarzamora), plátano, vainilla, cedro, pimienta si-chuan, cuero de marroquinería y un leve toque animal.
En boca es un vino carnoso, casi voluptuoso, donde se echa en falta la madera, algo escondida detrás de tanta fruta madura.
Algo desequilibrado, falta un poco de acidez que sostenga la compota, a pesar de ello, vino muy bien diseñado, quizá algo dulce, pero a la moda actual, se nota la mano de Rolland.
Predomina la agradabilidad sobre otros parámetros, lástima que sus pretensiones sean más altas. Precio elevado: 48 €;
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