Posición para guarda de amontillados, palos, manzanillas, viejos, olorosos ...

Me descubro ante tus conocimientos y me guardo tu mensaje para leerlo detenídamente hasta aprendérmelo de memoria. Sin coñas, lo digo en serio.

Lo voy a describir de manera concisa, Alvaro, eres un makinote, gracias otra vez por acercarnos al marco.

Saludos

Yo he pensado exactamente lo mismo que tu, es increible, el es en buena parte el culpable de que le este cogiendo un cariño enorme a estos vinos... y lo explica tan bien...

saludos

Yo, no hace tanto, estaba en la línea que tú has defendido. Y un número muy importante de técnicos y bodegueros del Marco, digamos que sostienen lo que podríamos llamar visión ortodoxa. Es decir, en finos y manzanillas ante todo frescura.

Pero he tenido la inmensa suerte de haber conocido a Jesús Barquín, y algún que otro amigo que de manera razonada han sostenido la posición que yo de manera resumida he relatado. Si uno hace una búsqueda en este mismo foro o en el de elmundovino, encontrará solídisimas aportaciones de Jesús al respecto. En lo que he dicho, no hay una sola coma de original. Dicho ésto, lo que realmente me ha convencido a mí y a un número creciente de aficionados, es la fantástica evolución de algunos finos y manzanillas en botella. Pero no se me hubiera pasado por la cabeza hacer la prueba, si uno no tuviera la suerte de ser amigo de quien realmente sabe de este asunto.

Pues, Álvaro: Si una botella del equipo Navazos, puede mejorar con el tiempo, entonces ya es el colmo. Una verdadera pasada. En cuanto a la posición, supongo que tumbada.

Yo en realidad incluyo vinos que van más allá del Equipo Navazos. Pero es obvio que he tenido la posibilidad de hacerles un seguimiento muy revelador. Creo que otros podrían dar testimonios más fiables no contaminados por la amistad. Por si mi experiencia puede ser indicativa de algo, yo tengo mis botellas de pie, en un oscuro sótano sanluqueño orientado al poniente y doscientos metros de la playa. Y la cosa funciona más que bien.

Todo depende, en todo caso, de lo que se entienda por mejora. Al que le guste la frescura a toda costa, yo creo que haría bien en olvidar la sugerencia que hago. Pero si nos vamos a complejidad...La evolución de la San León Reserva de Familia tres años después -yo tuve la suera de estar con VictorBCN ese día- era simplemente genial. Y francamente, ahí estaba prácticamente intacto el vino de crianza biológica, siendo la oxidación un matiz lejano de fondo que le daba un plus de sutil complejidad. En todo caso, no soy yo sólo. Por aquí hay personal que puede dar testiminio reciente -yo en esa ocasión no estaba- de lo que puede dar de sí un viejo fino de Agustín Blázquez del pago Macharnudo bien conservado. Y hasta ha habido alguna relativamente reciente revelación montillana al respecto. Téngase en cuenta, que como en cualquier otro vino, nos ponemos en manos de la casuística. Por razones que se me escapan, hay manzanillas/finos "hechos" que mejoran mejor que otros.

Mi interpretación de toda esta historia de la alergia jerezana al "tarro" es la siguiente. El tema de los efectos de la botella en los jereces no ha interesado mucho, ni se ha tenido mucha paciencia con ella, porque entre otras cosas, la inmensa mayoría de los vinos de Jerez hace cincuenta años se vendían y exportaban en bota. El embotellado no se hacía en bodega, sino en todo caso en destino. La crianza, bajo esas condiciones, se tiende a identificar exclusivamente con lo que sucede en la bota. Rarísimo es que se guarden botellas en las bodegas jerezanas, y por tanto inconcebible que la estancia del vino en botella se considera parte de la crianza: no hay tradición histórica de ésto. Por otra parte, cuando realmente se disparan las ventas de los vinos de crianza biológica (a partir de los años 50-60), hablamos de un consumo episódico y popular, donde las ferias andaluzas han tenido un papel fundamental. Y donde no era episódico, hablamos de un patrón de consumo en bares y tabernas donde priman los efectos refrescantes de los vinos de crianza biológica. No por casualidad es ahora, cuando empezamos a ver a finos y manzanillas como compañeros de mesa y como grandes vinos a pesar de sus modestos orígenes, cuando se empieza a pensar sobre los posibles efectos beneficiosos de la guarda.

Acabo de leer su comentario y me agrada participarde su opinion. Yo conservo vertical y larga guarda los amontillados y palos. Si dicen lo contrario pues rectificamos pero las manzanillas no mas alla de un año. Suelo adquirir bastante este tipo de vino.
Gracias.
MR

Cuando Alvaro escribe me limito a leer, pues poco más puedo aportar, pero aún así, mis experiencias con respecto a estos vinos me dicen que me gustan en todas sus fases.

La frescura y el carácter de la flor recién embotellados (probamos con J. Barquín la Bota de manzanilla Nº 16, a falta de un estabilizado y recientemente embotellada y estaba para llorar), cuando llevan un tiempo en botella y –si hay paciencia y espacio - cuando llevan tres añitos más o menos. Una reciente experiencia con la Bota de Fino Nº 2 (saca de junio de 2006) así me lo ha confirmado. Y suscribo lo mismo con la San Leon RF, no tanto con la manzanilla en rama de Barbadillo. Ah, y recién venenciados de la bota estos vinos son de otra galaxia…

En cuanto a los vinos viejos, sí que pienso que la evolución en botella afecta más a los Oportos que a los Jereces. Un estudio significativo de estas evoluciones podría hacerse con los Jereces de añada, pero todavía hay poca producción al respecto. ¿Quién puede resistirse sin abrirlo a un 78 o 79 de González Byass?

¿Guarda? Yo los guardo tumbados. En los humildes pisitos de los currantes no tenemos espacio para más.