El vino fino es para el verano

Yo, es que me tomo estos vinos con mucha tranquilidad y tardo el doble en tomarme una copa de fino que una copa de riesling.

Me ha encantado tu frase: 

Abre el apetito y predispone a las viandas...

Te tomo la palabra!

Pues a mi si que me gustan las mezclas y el kalimotxo es la mezcla por excelencia, un brebaje tan delicioso como traicionero, y cómo no la sangría,...que el otro dia un primo mio tuvo los santos cojones de hacer una sangria y en vez de ponerle hielo puso polos de naranja, y coño, aquello entraba que daba gusto.

En el fondo no es tanta incongruencia, en los dias de calor, la mejor manera de refrescarse es darse una ducha de agua caliente...El té caliente, la ducha caliente, la comida picante...suben la temperatura corporal, y el contraste con la temperatura ambiente provoca sensación de fresco.

Yo es que lo dulce como refresco nunca ha sido lo mío, prefiero lo seco o amargo, vino, cerveza o agua.

La Cola, ni olerla.

Pues oye, igual me animo a probarlo y todo, total, cosas peores nos hemos metido al cuerpo! :-)

A mí, a parte de no gustarme, me sientan especialmente mal la sangría y el kalimotxo. 

Saludos

Dani

Yo no lo habría explicado mejor ;-)

Pues creo que es un falso mito (en parte) lo de las bebidas calientes, lo mejor es ni frió ni caliente.
Caliente te proporciona una leve sensación de frescor al sudar, pero tu cuerpo necesita luego mas energía para poder refrigerar esa perdida de agua.
Y lo de las comidas picantes es para conservar (antiguamente) ,ya que no había neveras, los alimentos en los países cálidos y también para disimular el sabor de los alimentos en mal estado.

No entiendo lo que dices de que el cuerpo necesita energía para refrigerar la pérdida de agua (???). Respecto al carácter conservante de los picantes, totalmente de acuerdo, pero una cosa no quita la otra. Saludos,

Ferran

Pues aqui en la región nos funcionan muy bien para el calor los Sauvignon Blanc y a veces mezclados con Chardonnay que casi cada casa vinicola tiene, aunque en la región la mayoria de la gente sea "Tintocentrista" (termino acuñado en Verema), y siendo que la comida de mar predomina en un 60%, con un mar frio (El Pacifico) y un mar templado (El Golfo de Cortes).

Cada día le tengo mas cariño a esos a veces denostados vinos de Jerez, que son toda una ciencia. Es mi deseo algún día especializarme en ellos amiga Maria...

Los Chinos dicen que es un esfuerzo mayor para el estomago tener que subir la temperatura de una bebida fria con la comida que ingresa caliente. Pero si me cuesta trabajo aún, no me desagrada, tomarme una buena comida con un buen Oolong con crisantemos como me toco la semana pasada.

Saludos amigo...

Puede que tomen bebidas calientes por tradición, no se, lo sencillo debía ser prepararse una infusión, y a 40º a la sombra en el Sahara pocas más opciones a tormarsela calentita había.

Yo en verano cuanto más fresquito mejor, como La Panesa que nos tomámos el sábado para entrar en gana.

En cuanto al picante no se si el único motivo es para conservar, con sal y pimentón ya es suficiente sin necesidad de que sea picante.

Ahora releyéndolo tampoco lo acabo de entender, yo creo que si tomamos algo por encima de la temperatura corporal (36º), nuestro cuerpo debe responder enfriándo hasta esos 36º, de que manera? expulsando calor, o sea, evaporando agua, ya sea a través del sudor o de la exhalación (el agua al evaporarse necesita calor que coge de nuestro cuerpo el cual se refrigera).

Para mi eran un tipo de vino que tenia aparcado, los asociaba a los veranos en que me tocaba ir a currar y coincidía con todos esos hombretones venidos del sur para la recogida de la almendra que al alba se tomaban una copita de fino en contraposición a los 'nativos' con su palo o casalla, y yo que en ese tiempo era tan mozo que ni una cerveza me tomaba, aborrecía esa costumbre y sobro todo todos esos aromas que se concentraban en el cafetucho de turno, claro está que la atmósfera con todos esos caliqueños, celtas cortos y demás chimeneas andantes no ayudaba para nada.

Ahora, este verano, he entrado en el mundo de Jerez, y claro, todos los prejuicios ha desaparecido.