De acuerdo con incrementar la presencia extranjera, pero habría que ver con qué

De acuerdo con incrementar la presencia extranjera, pero habría que ver con qué criterio. La gran virtud de esta edición sobria es la de descubrir o redescubrir que uno de los grandes capitales de Vinoble es, precisamente, Jerez. En anteriores ediciones, de indudable brillo, esa presencia había quedado en cierta forma difuminada. Y no tanto porque hubiera muchas firmas bodegueras del ancho mundo, o se organizaran catas de rompe y rasga que poco tenían que ver con Jerez, lo cual no era para nada malo en sí mismo, sino porque las costuras del propio concepto de la feria no acababan de rematarse. Dicho más claro, la propia noción vaporosa de "vino noble" chirriaba en la práctica ¿Que tenían que ver los increíblemente dulces vinos de hielo canadienses con finos y manzanillas, los vinos más secos del mundo? Y este es sólo un ejemplo entre muchos. El stand del Consejo Regulador parecía más una incrustación que un elemento plenamente integrado. Y eso carecía de toda lógica.

No creo que Vinoble deba, ni pueda, aspirar a ser la gran feria mundial de los vinos fortificados y dulces del mundo. De hecho, en el Reino Unido hay gente moviéndose en esta dirección con un músculo financiero con el que no tenemos la más mínima posibilidad de competir. La puerta abierta este año me parece, sin embargo, muchísimo más interesante que cualquier macroferia de vinos fortificados, cosa muy espectacular, pero que al final no es más que un totum revolutum que mezcla peras y manzanas sin mucho criterio. Creo que la línea abierta este año, aparentemente más discreta, es mucho más prometedora. La cata de Peter Liem, en la que hablaba de jereces y champanes como "hermanos de sangre", anuncia lo que muy bien podría ser el futuro. Dicho de otra forma, una feria organizada a través de la idea de "Jerez y sus amigos" evitaría la dispersión, y vincularía de manera más efectiva a los actores locales. Oporto sí, pero también Madeira, Jura...¿Y porque no nuestros hermanos de levadura y caliza de Champaña? Todas las aportaciones bienvenidas, pero el guión lo ponemos nosotros.

Finalmente, el gran valor añadido de Vinoble no es que sea sólo una feria de vinos -que también- sino un formidable proyecto cultural que tiene a Jerez y a sus vinos como principal protagonista. Su principal función no es vender vino en masa, sino actuar como una sensacional carta de presentación del Marco de Jerez. Por eso conviene precisar bien letra, música y compañeros de viaje.