Brisa marina Vs Vino
Me encuentro distraída, dispersa y confundida. Hacía mucho que no veía el mar y esta noche nada más salir por la ciudad he notado enseguida en mi cara y mejillas la caricia de esa humedad salina que sólo la mar me sabe dar. Cierro los ojos , esta vez no para fantasear ni para sacar aromas o recuerdos, sino para respirar hondo la brisa marina que tanto añoraba.
Mañana envinamos y catamos, de eso estoy segura. Me las arreglaré, supongo, para estar centrada y formal, no dejarme llevar por las vistas y las brisas que me embrujan, ese recuerdo a yodo y a agua cargada de sal que mi olfato acapara. Esta noche empieza un desafío emocional, una lucha entre dos pasiones grandes. Entre copas y el mar, entre vinos y cuentos corpulentos y salinos.
Inauguración C.C. Marineda, 12 a.m. A Coruña