Monastrell envejecida, licorosa, con un toque amaderado, pero que no aplanaba la fruta en licor que quedaba en este vino.
Comprado en un súper y jugándomela por su estado, me salió bien la jugada, porque ha aguantado bastante bien.
Visualmente cereza ya un poco apagado, con capa media, ribete teja y una lágrima densa.
En nariz aromas licorosos, madera, especias, fruta seca, bosque mediterráneo, tomillo, mineralidad, brea, cuero, pero con un interesante toque balsámico que hacía que en nariz fuera menos pesado.
En boca es licoroso, secante, con esa fruta seca, guindas en licor, regaliz, balsámicos, especias, toques de sangre.
Interesante evolución de esta monastrell que yo me esperaba fuera un fracaso
La botella empleada es la misma que en el Estrecho y Pinot Noir. De hecho, parece haber un trocito del primero, palabras mayores, lo sé.
Cereza granate de borde teja e intensidad media-alta.
Aroma medio donde predominan las hierbas de monte y balsámicos (jara, laurel...) fruta pasa, ciruela, y especias amaderadas (enebro), con notas minerales (piedra soleada).
En boca resulta tener un cuerpo medio, apuntes de regaliz, taninos secantes de su crianza en roble, y el postgusto dulce-amargo de sus pasas.
Representa bien la monastrell alicantina en su versión clásica, pero también en parte, la moderna de su enólogo.
5,50 €. Encontrado en un super, pero podría estar destinado perfectamente a la exportación.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.