De color oro viejo, con sensación de grosor, reflejos dorados.

Nariz suave y conjuntada, de carácter muy tradicional. Hay notas de ceras, especias orientales (cúrcuma, clavo, nuez moscada, canela) con un recuerdo de fruta reducida que va ganando presencia al respirar. Complejo y muy elegante, con una curiosa expresión mineral de fondo, a tiza. No parece haber cambiado mucho en los últimos años.

En boca es grueso, seco, redondo. Todo esta en su sitio y además sobresale su excelente acidez. Parece haber llegado a su cima aunque se mantiene en un momento muy interesante. Para beber en los próximos dos años y disfrutarlo en plenitud.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/03/vina-gravonia-1995.html

De color dorado brillante,en nariz de media intensidad,herbaceo,citrico,fruta blanca,frutos secos,toque de madera,complejo,en boca tiene cierta potencia,buena acidez,terroso,equilibrado,recuerdos de madera,final medio largo con cierta astringencia,muy buena rcp

Como puse en mi comentario anterior sobre este Gravonia, me daba miedo que no aguantase mucho más y lo he abierto ya. GRANDE. La nota de cata me la ahorro porque es más de lo mismo que la vez anterior. Maravillosa nariz de desván, mango, cera, pastelería... increible su acidez, su gusto a orejones, notas minerales y licorosas, precioso su vestido de oro y ámbar.
El maridaje fue con una tortilla de patatas bien jugosa por el centro y resultó sublime. Ya, en mi primera toma de contacto con este vino, hace más de 4 años me pareció que hizo un gran maridaje con una tortilla guisada. Pues bien, con la tortilla no muy cuajada y recién hecha se saltan las lágrimas. Denme Gravonia y tortilla... denme...
La pena es que ya no me quedan más botellas del 95. Ahora a por las que me quedan del 2000 creo que son.

Cuatro años después, con 15 añitos a sus espaldas, este vino sigue siendo brutal. Me queda una botella que no creo que vaya a durar mucho en la bodega. Formidable. Ha evolucionado pero no se ha estropeado ni mucho menos. Es el mismo vino pero... diferente... se ha hecho mayor. Se ha hecho grande, mejor dicho.

.-Fase visual: ambarino intenso con reflejos de oro viejo. Limpio y brillante. Se "agarra" al cristal de la copa y forma una lágrima densa y abundante como si no quisiera volver abajo. Quiere llegar a la boca cuanto antes.
.-Fase olfativa: huele a desván, a polvo, a cera, a boletus y a humedad. Pero todo ello sin molestar a la nariz... trae recuerdos de cuando, de pequeños, nos dejaban ir a jugar a la buhardilla. Al airearse aparecen notas amieladas, de orejones, de duelas envinadas y un sorprendente olor a mango muy, muy, muy maduro y a chirimoya. Notas minerales.
La nariz a copa vacía es un espectáculo con esas notas de cera, orejones, amielados y panadería todas juntas pidiendo paso.
.-Fase gustativa: destaca una sorprendente acidez a sus 15 años que hacen que tenga una frescura inesperada tras su contundente nariz. Notas licorosas ligeras en boca, miel, minerales. Postgusto bastante largo. Amargoso. Retronasal dulce con notas avainilladas.

Da la sensación que todavía tiene un poquito más de recorrido antes de marchitarse. Pero como me da miedo que se estropee la que me queda no esperaré más de unos meses para disfrutar nuevamente este vinazo.
Magnífico acompañante de salmón ahumado, rape alangostado y huevos rellenos.

Menos mal que es el hermano menor!! Color ámbar precioso, nariz envolvente amielada, orejones, naranja, almendras...fascinante. En boca presenta una acidez magnífica, con vida por delante; trago largo y redondo. Consumir sobre los 13 º para que se exprese como realmente se merece. Vinazo por 7,5 €, para mi el mejor blanco RCP de España.

Oro viejo con reflejos verdosos.

El hermano menor de los Tondonias blancos se comporta perfectamente tras 12 años. Pocos vinos españoles soportan así el paso del tiempo y menos por ese precio.

Aromas de mieles, melocotón, toques minerales, maderas viejas, hongos y humedades.

En boca se siente maduro, con mucha vida aun por delante. Perfecta acidez y frutosidad.

Oro envejecido, brillante y limpio. Reflejos dorados.
En nariz es lo más impresionante del vino. Potente e intensa, predominan las duelas envinadas, madera vieja, paja húmeda, cera, suave recuerdo a miel, flores marchitas e incluso mi mujer le sacó recuerdos a fruta tropical.. Nariz compleja y preciosa, una maravilla.
En boca es un poquito más corto, quizá por compararlo con sus hermanos mayores.
Excelente acidez,madera un pelín desbocada aun.(Si guardan botellas, a la nevera un lustrito más y tan contentos). La fruta a pasado a plano secundario, pero aún se recuerda la fruta blanca madura, aspectos verdosos aun.. Creo que pese a sus 12 añitos este vino está sin acabar (Es una impresión personal). Paso largo, algo untuoso pero sin llegar a esa mantecosidad algo golosa de los viejos de la bodega. Casi redondo (un pelín de madera en boca y la acidez un poco escondida) y con buen cuerpo, largo y de buena persistencia. El postgusto viene con leves recuerdos amargosos a madera e incluso una presencia de ligero verdor.No se si es la botella pero lo he encontrado sin rematar...Mi primer Gravonia,quizá por eso lo encuentro así,por comparación con los viejos Tondonias...Quien lo sabe.

Coincido con Victor (además, para mi también es mi mejor botella): amarillo dorado, luminoso. Nariz de fuerte intensidad con mucha influencia de la crianza (cúrcuma, ahumados) bajo un fondo de fruta en mermelada (acacia, miel de naranjo, membrillo), brillantes notas minerales de fondo (talco). En boca es untuoso, seco, redondo, armonioso, de carácter frutal y totalmente integrado, lleno de fruta dulce matizada por una marcada acidez, en un momento idóneo de consumo. Excelente RCP: por 7 euros aprox. no se puede pedir más...

Dorado, hacia ambarino. Limpio y brillante.
En la nariz, recien abierto, olor a polvo y a casa cerrada. Diez minutos después era diferente. Notas minerales y de la madera. Recuerdos amielados.
Intenso y con buena acidez en boca. notas de la crianza en madera, fruta madura, frutos secos no muy tostados. Postgusto medio y retronasal avainullado.
Me gustó sobre todo por su versatilidad.
Mi primer LdH blanco y, espero, no el último.

Color amarillo de aspecto vivo y brillante.

En nariz recién abierto despliega aromas de resina (típicos), abundantes orejones (marca de la casa) que aportan buenas dosis de frutosidad envuelto todo ello con unas interesantes notas minerales (granito) que le rodean en todo su conjunto. Aportando personalidad y originalidad.

En boca siguen las notas aparecidas en nariz con buena presencia de la fruta. Con buen volumen, recorrido y persistencia y buena acidez. Un vino original y personal de gran calidad y excelente r.c.p. Esta botella es una de las que mejor me han salido de este vino y añada. Excelente r.c.p.

Abierto y servido, aunque creo que una buena oxigenación no le irá mal. Temp. Serv. 12º. Copa de volumen "medio".