Cereza muy intenso, ribete teja. Después de airearse durante una hora, aparecen aromas de fruta negra y uva soleada, se perciben maderas finas, aromas de reducción (cuero nuevo) y matices de roble tostado (café molido y azucar caramelizado). En boca es potente, ha perdido algo de fruta pero a cambio se ha vuelto elegante y con taninos muy pulidos. Final levemente amargo y retronasal con recuerdos de cacao.
Un gran vino, pero me gustaba más en su juventud pues mostraba un carácter que ahora se echa de menos.

Color rojo picota bastante cubierto. Inicialmente aromas de reducción. Aparecen notas de bosque umbrio, tabaco, especias (pimienta negra), regaliz, minerales, fruta negra madura. En boca es muy elegante. Redondo, carnoso, con buena estructura, largo. En boca tiene toques lácticos, de fruta negra, de regaliz y un final ligeramente amargo. Excelente evolución (lástima, era la última botella!).

Color rojo picota. En nariz aparecen inicialmente notas de reducción. Posteriormente, tras fuerte "trabajo" en copa, destacan aromas a tabaco y fruta negra, pero demasido evidentes. Presenta un buen paso de boca, poderoso, con un final largo aunque poco matizado. No es el Santa Rosa 95 que había probado hace algún tiempo. Resulta demasiado corpulento y algo falto de elegancia. ¿Una botella algo rara o evolución desfavorable del vino?

Poderoso aroma. Muy sabroso en boca, fruta madura, astringente con tanino un poco verde, al que quizas le falta evolución. Buena persistencia