En la mesa no hay quien resista la tentación de probar un vino que se viste con camiseta de fuerza y que se llama loco.
Un interesante vino que incluso ha mejorado algo tras aguantar unos meses en botella.
Ha ganado un poco en más estructura y equilibrio.
Perfecto para disfrutarlo o para encerrarlo durante unos pocos meses más en el cadalso de la bodega.

Vino color amarillo pajizo con ribete dorado e irisaciones verdosas, limpio, brillante y transparente con lágrima abundante.
En nariz con buena intensidad notas de fruta blanca con hueso, mantequilla, pera y evolución hacia notas mas maduras, mermedada con toques muy finos de regaliz, elegante, agradable y sensual, perfumado.
El paso por boca, fresco, suave, amable, untuoso, levemente glicerido, toques cítricos, fruta blanca, expresivo buena acidez, equilibrado y sabroso.
Retronasal, afrutada.
Posgusto, medio y muy bueno.

Loco para hacer un vino por la zona de la Mancha, con garnacha blanca de más de 60 años, alto de graduación y a 17€ con una producción de 1000 botellas.
Para llamar la atención a la hora de comprar, se rodea de una camisa de fuerza hecha con algodón y se embala en una caja (cárcel) acolchada por dentro, todo blanco. Cualquier cosa menos pasar desapercibido.

Color amarillo dorado, algún reflejo verdoso, limpio, brillante. En nariz intensos aromas frutales como manzana, algo de cítricos dulcificados, herbáceo, heno fresco. En boca es suave, buen cuerpo, no se notan los grados, buena acidez que anuncia que aguantaría unos pocos años, reaparecen manzanas y cítricos y las hierbas del campo.

Muy interesante vino de muy interesante uva con muy interesante bodega.