Buena presentación. Etiqueta original, llamativa y bonita. Interesante proyecto de garnachas españolas.

Vino color cereza con ribete violáceo. Capa media-alta.

En nariz tiene una intensidad media, con predominio de fruta roja y notas minerales. Levemente balsámico.

Entrada potente en boca, carnoso, con buen cuerpo. Al igual que en nariz, abunda la fruta roja. Muy buena acidez que da paso a unos taninos marcados pero dulces y agradables que le aportan longitud a un postgusto en el que, nuevamente, surgen recuerdos minerales.

Me ha gustado y tiene una gran rcp

A la vista se presenta con un bonito color cereza, de capa media, limpio y brillante.

En nariz, aunque al principio le cuesta abrirse, muestra pronto una importante carga frutal, fresas, bombón relleno de licor de cerezas, frambuesa, tabaco y cacaos y notas minerales.

En boca es sabroso, fresco, con una correcta acidez, quizás le falta algo de profundidad y recorrido, pero es un vino sedoso, con unos taninos pulidos y dulces, bastante frutal y con un fondo mineral que le dota de una cierta complejidad.

Postgusto medio y en mi opinión, una muy buena relación calidad precio.

Para repetir.

Color rojo cereza de capa media tirando a baja, con ribete de tono entre violáceo y granate, limpio y brillante. 
Nariz de media intensidad con inicio licoroso aunque se desvanece enseguida, fruta roja madura, cedro, notas de tierra mojada, muy mineral con cierta sensación balsámica final y algún punto de violeta. 
En boca es sabroso, fresco, envuelve el paladar, de tanino maduro y suave, sigue la mineralidad para dejar un final de notas balsámicas de prolongación media. Denota cierta calidez en boca pero es agradable. 

Este vino se engloba en el proyecto Garnachas de España:
Proyecto Garnachas de España es un tributo a una variedad que durante años había sido relegada a un segundo plano y a la que los gustos del consumidor actual se están encargando de devolver a un lugar muy destacado.

Esta colección es fruto de un proyecto muy personal de Raúl Acha, que comenzó con la búsqueda por diferentes zonas de España de los viñedos que mejor reflejasen la esencia de esta variedad. El resultado es una colección de vinos monovarietales, procedentes de viñedos centenarios, que plasma a la perfección el concepto de ‘terroir’, ya que cada vino expresa todos los matices y las singularidades propias de su zona de elaboración.

Los vinos del ‘Proyecto Garnachas de España’ se elaboran en zonas próximas al Valle del Ebro, donde se dan unas condiciones óptimas para las necesidades de esta variedad.

En esta colección, la garnacha demuestra toda su versatilidad y las peculiaridades que ofrece en cada una de las zonas en las que se cultiva.

Podéis encontrar más información en http://garnachasdeespana.com

Raúl Acha ha desarrollado un proyecto consistente en la producción de unos vinos monovarietales donde la Garnacha es la protagonista.

En este caso, la viñas se encuentran en la Ribera del Queiles, a una altitud de 780 mts orientadas al norte y con una edad de las cepas de 60 años.

A la vista tiene un color picota oscuro con ribetes morados, en nariz huele a fruta roja madura y en boca tiene un paso sedoso muy agradable.

Guardar un par de años.