Tiempo después desde la última botella ahora se presenta con una nariz más sútil, menos fruta y mayor mineralidad.

En boca a ganado algo de peso aunque mantiene su frescor y viveza gracias a esa enorme acidez.

Seguiré viendo la evolución, a ver hasta dónde llega.

En su ensamblaje domina la treixadura (60%) mientras que de loureira hay un 15% y de albariño otro 15%, acabando con un 10% de alvilla. De color pajizo verdoso. Tiene una nariz algo más austera que los Finca Teira aunque en mi opinión bastante más complejidad. Hay toques de boj, algo de lichies, toques de manzana verde y un fondo mineral. Encontramos también matices florales, recuerdos cítricos (lima) y alguna sensación herbácea. En boca ataca con intensidad, con excelentes amargos, muy buena acidez, una atractiva textura, notable longitud y bella definición. Me gusta mucho el concepto...

Amarillo pajizo con destellos verdes, limpio y brillante.

En nariz es de media intensidad y complejo. Presenta mucha fruta, blanca fresca como manzana verde, albaricoque y piña. Ligeras notas herbáceas, flores blancas, todo ello sobre un fondo cítrico y de piedra mojada.

En boca es fresco, paso de boca ligero, gran acidez, final afrutado con ligeras notas amargas dejando un recuerdo mineral bastante intenso, muy rico.

Me encanta este vino que no puedes parar de beber, 100% recomendado.