Un año hace de la última botella bebida de este vino y permanece en perfecta forma. Corcho que la cierra en muy buen estado. Elástico y con una pequeña capa de bitartratos.
A la vista le encuentro limpio y brillante, con un color amarillo levemente dorado por su permanencia y contacto en la barrica. Muy buena, densa, gruesa y lenta lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa.
En nariz es un vino que necesita aireación pues está cerrado. Realizada esta se manifiestan sus buenas e intensas frutas blancas y de hueso, notas de su elegante y educada madera.
En boca es donde mejor está y se expresa. Muy elegante, complejo, glicérico, equilibrado, con mucho volumen, te llena plena y satisfactóriamente la boca, aterciopelado. Mantiene una elegante acidez que le dará más años de vino. Madera en segundo plano y haciendo presencia las buenas y abundantes frutas percibidas en la fase olfativa. Elegante y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos

Un año ha transcurridi desde la última botella que tomé de este vino y esto está perfecto. Muy pocas cosas han variado y si lo han hecho ha sido a mejor.
Corcho en perfecto estado. A la vista el color no ha cambiado. Su limpieza, su brillo, su gruesa lágrima y su lentitud y pereza en su deslizamiento por la copa permanece inalterable.
En nariz abundantes frutas de hueso, flores blancas, leves cítricos, educada madera y sus ahumados de madera francesa le aportan elegancia al vino.
En boca le encuentro con mucho volumen, elegancia y aterciopelamiento. Te reencuentras con las frutas de la fase olfativa, las de hueso, las flores blancas, leve pomelo, mucho equilibrio, te llena plenamente la boca y su paso en boca es de seda. Es un vino muy largo. Me da una gratíííísima y elegante permanencia en boca de 3,30 minutos.

Según su productor, una gran añada con vida por delante. Desde luego ahora está fresco y expresivo. Resulta más maduro y frutal que otros Louro. Más largo en boca que 2010, equilibrado y redondo

Visual_ Amarillo dorado de cierta intensidad. Limpio y brillante. Lágrima no muy abundante, gruesa y de caída pausada.

Nariz_ Buena intensidad. Comienza con notas de fruta blanca algo de manzana, algo de pera, flores blancas, notas ahumadas y algo de especias dulces de la crianza, balsámicos de boj y un deje mineral.

Boca_ En presenta buen volumen, buen trabajo de lías, muy buena acidez, fresco y largo con mucha fruta blanca y tonos balsámicos

Vino encerrado en una botella borgoñona, vestido con una elegante etiqueta de diseño sencillo y moderno en la que predomina el blanco. Buena calidad del corcho.
A lavista se presenta de color amarillo muy levemente dorado, limpio y brillante. Muy buena, ancha y densa lágrima que se desliza con perezosa lentitud por la copa.
Tiene una nariz muy expresiva en frutas de hueso, notas cítricas, flores blancas, muy leves notas de su estancia en madera.
En boca es muy elegante, ampuloso, glicérico, complejo, con volumen, muy varietal, fino, muy frutal pues resurgen con potencia las frutas de la fase olfativa, ligero e integrado amargor, equilibrado, ligeras notas de madera francesa de su estancia en la misma, algo de ahumados. Elegante y viva acidez que le dará vida y que invita a beber. Lástima de los 3/4 de L..Gratísimo y elegante paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permancia de 3,15 minutos. Seguiré disfrutando de este vino, algún año más, pues me quedan varias botellas.

Dorado verdoso claro, limpio y brillante.

En nariz muestra una buena intensidad, desplegando aromas a membrillo, cítricos, puntitas de vainilla, ahumados, hierbas frescas, toques de mantequilla y mucha mineralidad.

En boca tiene cuerpo medio, excelente acidez, mostrando protagonismo los cítricos (pulpa y pieles), que se acompañan de toques de cremosidad, registros minerales y una buena carga de amargosidad que se prolonga en un postgusto de media duración y en el que también encontramos sensaciones cítricas.

Tras 15 meses de espera desde la anterior botella el vino en líneas generales apenas ha evolucionado, lo que denota que todavía tiene bastante recorrido. Si acaso los característicos toques amargosos de la variedad están ahora más integrados. Muy buen godello en resumen.

Nueva oportunidad de una de las uvas blancas españolas que están poniéndose los trajes largos y en este caso de una bodega y de un vino con una gran elaboración y personalidad.
Un blanco para acabar con esa frase que en algún momento se escucha de que no hay mejor blanco que un mal tinto. Aquí se evidencia que hay blancos mejores que algunos tintos.

Me destaca su expresiva y compleja nariz y su personalidad en boca. Hay que probarlo.

amarillo pajizo

intensidad media,frescura,notas cítricas claras, lima verde a tope

suave, levemente amable en la entrada,con longitud y volumen.

Color amarillo pajizo, con reflejos verdosos, limpio, brillante, casi transparente.
En nariz con buena intensidad, hay presencia de fruta cítrica (naranja, pomelo) con buenos aromas de pastelería, flores blancas, leves notas de anisados y naranja confitada, tenues tostados; una nariz expresiva y compleja pero todo muy sutil.
En boca es suave de entrada pero con personalidad, es elegante, muy buena acidez, fruta blanca y cítricos maduros, buenos taninos, amplio, trago largo. Persistencia correcta.

Un vino de una uva (godello) con personalidad y que su elaboración le aporta un extra.

Color amarillo pálido, limpio y brillante.
La nariz es de buena intensidad, notas cítricas, fruta blanca, flores blancas, hierba frescam vainillas y recuerdos mienrales..
En boca tiene buena entrada, fresco, ligeramente untuoso, frutal, buena acidez, goloso, amplio y con un final de buena longitud tras el que quedan muy marcadas las notas de vainilla.
Me ha gustado más en otras añadas pero sigue siendo una buena opción.