Vivo color cobrizo, poca lágrima. Inicialmente se muestra cerrado en nariz, a pesar de haber estado abierto por un par de horas, aromas oxidados. El paladar es untuoso, graso, seco, medicinal y vinoso.

Bien, sólo es una breve nota de cata. Para mejor detalle y apreciación, dirigirse a la nota de cata anterior del amigo Xavi.

Interesante propuesta, la realizada por esta bodega del Penedés, sobre una variedad autóctona de la zona, con el añadido de la crianza en la barrica.
Se presenta en la copa con color amarillo brillante, con ciertos reflejos acerados.
La nariz resulta sumamente atractiva y con cierta complejidad. Intensidad media. Es en esta fase, donde se percibe esa estancia prolongada en el roble: muy suaves notas tostadas, vainillas; alguna sensación de mantequillas y un deje de miel en el trasfondo, que le da un punto de dulzor al conjunto.
En boca, curiosamente, desaparece cualquier atisbo de crianza y en su lugar nos ofrece una buena cantidad de sensaciones cítricas (limón, lima...) e incluso algún deje de fruta blanca. Mantiene buena acidez; resulta refrescante de entrada y al trago, aunque al final parece que se queda un poco más corto de lo que uno desearía para disfrutarlo más profundamente.
De todas formas, me parece una buena realización de la bodega, al cual se le debería de presumir una capacidad de guarda durante un tiempo para, en mi opinión, ver si en boca pudiera ganar más en redondez y equilibrio.
Muy buena RCP (pagados unos 13€)