Maximin Grünhauser Herrenberg Kabinett 1970
Maximin Grünhauser Herrenberg Kabinett 1970
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
Alemania
Tipo de Vino:
Blanco
Varietales:
Riesling
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
---
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
10,0
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
VER MÁS
Opiniones de Maximin Grünhauser Herrenberg Kabinett
OPINIONES
2

Dorado limpio y brillante. Parece un vino de 2008.

En nariz es intenso y se expresa con limpieza desde un primer momento. Apenas petrolea y muestra una fina capa mineral con frutas blancas de hueso, un fino recuerdo especiado y de hierbas aromáticas, cítricos en confitura y cera de panal. El aire le sienta a las mil maravillas y no cesa de sorprendernos por sus aromas limpios y a veces incluso primarios.

En boca es fresco y redondo, grácil, imposible adivinar que ya tiene 41 años. Hay acidez, fruta, tiene un paso deliciosamente armónico y un final eminentemente mineral, donde además quedan trazas cítricas y especiadas, siendo ya un vino perfectamente seco. Magnífica persistencia mineral.

Este es uno de esos vinos que rompen moldes, como que la longevidad depende del nivel de pradikat (este es un sencillo kabinett) o de la calidad de la añada (la 70 no fue excelente en la zona). Pues el vino está ahí, con un añito más que yo y con 1000 veces más de vida. Es inútil luchar contra los seres superiores, solo queda disfrutar de ellos y con ellos. Y a fe que lo hicimos. Legendario.

Tercera botella ya de éste vino.

Son 40 años para un "simple" kabinett del año 70. Añada previa a la estúpida ley del '71.

Ensombrecida por la excelente '71, esta '70 fue buena añada en Rheingau y Mosel, no tanto en Saar ni en Ruwer de donde procede el vino pero magnífico ejemplar con tremenda regularidad botella tras botella.

Mucha acidez y eso se nota en la cerrazón inicial del vino que poco a poco deja entrever su despertar: la mineralidad siempre presente, esta vez en forma de hierro de columpio bastante propia de Herrenberg (pizarra roja) en vinos con recorrido, fruta cítrica: limón, lima y una embaucadora menta cierran las primeras impresiones. Las ligeras notas de hidrocarburos y las más presentes de infusiones completan la panoplia de aromas que sólo infunden reflexión y meditación. La boca es tremendamente férrica, recordando incluso a la ferrosidad de un Château Montrose, con una acidez nada desbocada, seca y persistente.

Recordando a Helmut Dönnhoff: "cuando estos vinos todavía están así después de tantos años, nunca morirán".

Gracias Carl von Schubert y Alfons Heimrich.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar