Dorado intenso con burbuja fina y abundante.
En nariz se muestra medianamente intenso y complejo, fresco y profundo. Es muy fino y destacan sus notas cítricas y minerales sobre el resto. Hay también recuerdos de fruta blanca fresca y de finas levaduras. Pero destaca ante todo su carácter mineral.
En boca es puro estilo Gimonnet. Fresco, rectilíneo y austero, su acidez es fantástica y está perfectamente integrada. El final es largo y persistente y nos deja recuerdos minerales y cítricos y un deje ligeramente amargoso. Carbónico perfectamente integrado. Un vino en buen momento de consumo, al no ser una gran añada.
Esta es una muestra más del estilo de esta excelente productor que destaca por la fina delineación de sus vinos y por sus precios más que ajustados, en este caso unos 32 euros. Pura expresión de la Côte des blancs. Muy bueno, aunque algo inferior al 98.