Opiniones de PX Niños VORS
OPINIONES
7

Color caoba intenso, completamente tapado, con algún reflejo dorado.
En nariz complejidad altísima, muchos aromas perfectamente ensamblados, pasas, azúcar quemado, café, tostados por la madera. Difícil de desgranar.
En boca es como un caramelo, muy denso, alcohol perfectamente integrado. Dulzor muy agradable. Postgusto muy largo y agradable, dejando al final de nuevo el azúcar quemado.
Vino de meditación. Excepcional.

Grande, grande, grande… Y como el torero: Después, naide.

Caoba con algun reflejo ambarino. Opaco y de aspecto muy denso.
Nariz enorme en potencia y en complejidad. Huele mucho y a muchas cosas: Cafe, cacao, caramelo, frutos secos, madera vieja......
Paso por boca practicamente perfecto. Sabor intenso y profundo , con toque justo de dulzura. sabe a historia , a tradicion , a tierra . sabe a muchas cosas y todas buenas.

Enorme PX.
No voy a repetir lo que ya dije hace un par de años. Este vino asombra en cada botella que se abre. Tinta la copa de yodo, enorme densidad, aroma de complejidad asombrosa boca terrible y espectacular intensísimo, tremendo… enorme.

Prácticamente negro, deja la copa manchada de un ámbar muy oscuro, reflejos de oro viejo.

En nariz es un espectáculo, caramelo de café, regaliz, azúcar tostada, pan de Cádiz, arrope, y más.

En boca es untuoso, sedoso, un dulzor milimétrico, no cansa, no empalaga, infinito. Llega a emocionar.

Para beber sin nada más, solo, como los buenos toreros.

Negro casi absoluto que deja la copa teñida de ámbar yodado.

Aroma espectacular por su potencia y complejidad, es que no falta nada, vamos del café a las bellotas , pasando por nueces y frutos secos tostados, toffé y caramelo quemado, mandarinas chinas, maderas nobles, especies y yo qué sé más.¡

Tiene un cuerpo potente, densísimo, de una cremosidad sin par, equilibrio perfecto, de una alta densidad, brutal expresividad con notas lácteas en boca, ligeramente dulce. Se advierte que es un vino viejísimo. Emocionante. Único. Es un vino que hay que probar como referente en PX. Hay que beberlo a pequeños sorbitos para prolongar el placer y hacer que dure

De color caoba oscuro de ribetes yodados, altísima capa. Deja una densa lágrima que cae lentamente tiñendo la copa.

En nariz es intenso, complejo y embriagador. Pura esencia de higos, dátiles, uvas y ciruelas pasas, combinadas con toques torrefactos, maderas nobles y especias. Poco a poco va abriendo y ofrece notas de caramelo, azúcar quemado, almendras garrapiñadas, avellanas. Un portento de aromas tostados, maderas nobles. Complejidad y misterio. Maravilloso.

En boca es pura esencia de PX. Denso, potente, casi se puede masticar y cortar con el cuchillo. Paso firme, poderoso, con una fina acidez producto de los años y un tremendo final que denota su concentración. Deja un recuerdo amargoso espectacular. El dulzor quedó totalmente integrado y mitigado pese a su elevado grado de azúcar. Persistencia infinita.

Un PX de emoción producto de una de las grandes soleras. Para tomar en pequeños sorbos y disfrutar de su enorme concentración recreándote en la copa. Ojo, no es un vino de postre. El postre es el propio vino. Una maravilla más de la sacristía de Valdespino. Un grande.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar