Amarillo dorado, con reflejos verdosos, limpio y muy brillante.
A copa parada surgen, con franqueza, aromas frutales, dulces, tropicales, de piña muy madura y ácida a la vez. Al agitar la copa aparece una nariz inmensa donde predominan las notas de fruta tropical y manzana Granny Smith, en conjunción armoniosa de herbáceos, hierba recién cortada e hinojo, cítricos. Fondo balsámico mentolado, con ligeras notas de levadura.
En boca, es un vino untuoso y glicérico, muy fresco y jovial, amplio y amable, rico, con un final muy largo y envolvente.
Destacaría su elegancia, finura y sutileza, sin entrar en contradicción con su gran riqueza aromática y gustativa

Botella especial elegante, con suficienteb información y corcho correcto aunque mejorable.

Precioso color amarillo pajizo dorado, limpio y sugerente.

En nariz, un espectáculo. Fruta blanca madura, sutiles notas florales, un poquito de piña, algo de semillas, también un frescor herbáceo muy envolvente. Intenso, larguísimo, integrado, elegante…

En boca destacan también su integración y sutileza. De nuevo fruta blanca con puntitos tropicales. Sugerentes tonos herbáceos muy frescos (heno). Un poquito de lácteo para redondear el conjunto que enfatiza finalmente con su magnífica acidez y largo recorrido dominado por un amargor tan insinuante como sensual.

Bosos escribía sobre la femenidad de este vino. Perfecta y preciosa definición.

Finalmente, dos sugerencias:
- Permitid que esta joya se exprese con mayor temperatura. La sorpresa es increible.
- Dejad reposar el vino en la copa. El aroma que fluye es tan sutil que emociona.

Amarillo oro de intensidad media, muy brillante. Aroma de buena intensidad, complejo, con fruta tropical (chirimoya) y también albaricoque, notas tostadas y melosas. En boca es rico, sabroso, amplio, fresco, con un toque cítrico que le da frescor y un final muy bueno.

Quizás de todos los Fillaboa esta selección del 2005 es la que muestra la cara más sutil y femenina de la Albariño. Nariz intensa con aromas muy florales de dama de noche y azahar. Notitas vegetales muy integradas en una fruta tropical madura en perfecto estado de maduración que le da pinceladas de almíbar y melositas, y que se deja acompañar por finos cítricos evolucionados de lima y bergamota. En el final del proceso olfativo sale ese aroma característico y fresco de césped mojado, heno y hierba segada que marca a los mejores de esta variedad siendo su mejor seña de identidad. En boca es una delicia, ataque glicérico, amplio y de excelente acidez, que enseguida da paso a esa evolución llena de frutillos tropicales maduros, con notitas amargosas leves de la vegetalidad elegante que le acompaña. Posgusto intenso, que conecta con una retronasal importante llena de sutileza gracias a los aromas florales blancos y la fruta. Uno de los mejores Albariños que he tomado, sin lugar a dudas. Equilibrio e intensidad al mismo tiempo, con madurez frutal y excelente acidez, además de la Elegancia Femenina, todo un mérito.