Amarillo limón con reflejos verdes, brillante y limpio.   Notas suaves, golosos e integrados entre si. Podemos destacar: frutas tropicales, flores blancas y ligero verde final que le otorga un matiz fresco. Entrada dulce pero con potente acidez. Es un vino sabroso y carnosos con un largo recorrido. A través de su paso por boca podemos observar sensaciones cítricas, flores blancas, ligero recuerdo a manzana con un reto final amargo pero con terminación dulce de ese amargor. Un elegante y fresco vino blanco.

Me ha gustado especialmente en boca por su estructura voluminosa y su final amargoso. En nariz las sensaciones de flores blancas y algo de cítrico son las que dominan. Tiene un punto eléctrico en boca , tensión pero con volumen

De color amarillo pajizo, matiz verdosos. Nariz de intensidad alta, fruta blanca, flor blanca, fruta tropical, notas golosas y cálidas con un toque de manzanilla. En boca es sedoso, fresco, equilibrado y con medio cuerpo. Media amplitud y media persistencia. 

Pale yellow straw coloured wine with green and gold flashes, clean and bright.

On the nose floral, aromatic with white fruit, pear and apple, banana, pineapple, and ogen melon.

In the mouth, glycerinous, fat on entry, with a nice acidity, a sweet note from the mature fruit, nice touch of bitterness in a long very tasty finish. Nice wine from an underrated variety.

Tengo un pequeño club de cata aquí en Tarragona.

https://www.meetup.com/es-ES/Tarragona-Wine-Club/

Probamos este vino anoche. A todos los 16 asistentes lo han gustado, y mucho. Yo un poco resfriado para opinar, pero me ha gustado también, bastante complejidad, buen paso por boca y un interesante perfil, ni una cosa ni otra. Para repetir.

Amarillo pajizo con reflejos verdosos y algún destello dorado.

Nariz golosa, en la que encontramos fruta amarilla madura (ciruela), plátano y flores blancas y amarillas. Van creciendo aromas amielados, tropicales (melón) y especiados. Cierta profundidad.

Boca grasa, con acidez justa pero cítrica y sabrosa. Buenos amargos. Ligeramente cálido. Conjunto sápido.

Color amarillo pájizo con reflejos dorados y verdosos.

Aroma tranquilo y maduro, frutal, domina el plátano, también hay algo de pera y de manzana. Fondo herbal y floral, todo de forma sutil quizás por el paso del tiempo, hay armonía, creo que le ha sentado bien el reposo en botella.

En boca es agradable sigue con la serenidad y la armonía. Sabroso, dulce, rica acidez (más por su levedad) buen punto amargo que lo hace perdurar. Sale la fruta al encuentro, se deja e invita al trago.

A Abadal hay que reconocerle el mérito de, desde hace ya muchos años, haber apostado por elaborar vinos que expresaran la singularidad de su paisaje a partir de variedades tradicionales de la zona como son el Picapoll y la Mandó, como principales exponentes. Precisamente en un tiempo en el que, muy probablemente, esto significaba remar contra corriente. Hoy en día los tiempos han cambiado y hay un buen número de consumidores que valoran muy positivamente esta elección.

Esta nueva añada 2018 del Abadal Picapoll se muestra con un color amarillo pajizo, brillante y limpio. En nariz es bastante complejo, con notas de frutas blancas (pera tendral, manzana ácida), con hueso (albaricoque) y tropical/cítricas (piña, lima), aromas florales (lavanda) y balsámicos (anis estrellado). En boca tiene bastante cuerpo y buena densidad, con un final fresco con un recuerdo largo de las notas de frutas cítricas. El trabajo sobre lías se nota en el volumen y la complejidad aromática.