Botella bordelesa alargada nº 10778 de 14100 botellas elaboradas de esta añada 2006; etiquetado moderno con tintes históricos en las letras del nombre que hace referencia a un bandolero (Chafandín). Corcho largo y muy grueso, de gran calidad y apenas bañado en vino rojo picota no más de 1 mm (y tiene 12 años el vino). Huele muy bien.

Decantamos hora y media antes de disfrutar el vino.

Visual

Rojo picota oscuro de capa alta, ribete cereza-transparente con ligeros destellos atejados, limpio (salvo algunos posos ligeros al final de la botella y del decantador), brillante y de abundante y preciosa lágrima, ancha y de lenta caída. (9,5)

Nariz

De gran intensidad a frutos negros maduros casi en licor (pero sin llegar a ser en licor), elegantes aromas balsámicos y mentolados, herbáceos de monte, regaliz, ligeras notas lácteas, clavo, especias dulces, chocolate, cacao, toffee, trufas, setas, monte bajo y finas maderas (huele a "madera de billetes", madera cara). (9,3)

Intensidad, complejidad, elegancia, equilibrio y buena dosis de frescura en nariz para un vino moderno de 12 años de la Ribera del Duero.

Boca

Ataque potente y contundente pero, a la vez, suave, sedoso, equilibrado y elegante. Es como una mano firme con guante de seda. Entrada frutal (fruta negra madura por doquier), de buena acidez, expansiva, de alta densidad (pero sin empalagar ni cansar), con notable frescura, gran cuerpo y excelente estructura. Los taninos son poderosos y firmes pero, a la vez, finos, elegantes, se notan muy ligeramente en mucosas pero, en un 95%, están ya pulidos, redondeados, son dulces y sedosos. 

El final es enormemente largo, eterno, con notas de fruta negra madura casi en licor, regaliz, herbáceos, mentolados, chocolate y toffee en un retrogusto excelente; en vía retronasal reaparecen sensaciones y se añaden notas de setas, trufa negra, balsámicos, cacao y finas maderas que lo finiquitan maravillosamente bien. (9,6)

Vinazo ahora mismo este Chafandín 2006. En un momento maravilloso de disfrute y deleite. EMHO, en su mejor momento de madurez dentro de su fase óptima de consumo, sin ápice de agotamiento ni declive, pero sin verdor ni arista alguna de juventud. En total plenitud. 

Una vez más: "El valor de la espera".

Este vino pude beberlo hace 5-6 años y era un vino muy bueno, pero ni de lejos es lo que nos encontramos ahora.

Está para tomar ya pero todavía podría aguantar en muy buena forma un mínimo de 3-4 años más.

Su PVP, en su día, rondaba los 40-42€, bastante caro. Era, con permiso del Sed de Caná, el vino "top" de la bodega Viñas del Jaro. En mi caso, lo conseguí en un lote de la bodega que costaba 60-70€, allá por el año 2010 y, en mi caso, el vino me saldría por no más de 30€. Actualmente, como efecto colateral de la crisis y de la bajada de ventas de estos vinos de estilo moderno, sé que ha bajado de precio: es posible encontrarlo ya por debajo de los 30€, unos 25-28€, que lo hacen mucho más competitivo y hacen que la RCP sea mucho más alta que era antes (siempre que la calidad de las nuevas añadas de Chafandín no baje).

Dado el estado del corcho y del vino después de 12 años, le daré RCP Muy Buena.