Porque aún está en pañales este vino, con una madera de grandísima calidad demasiado presente, tapando una fruta que se intuye también enorme.

Amarillo intenso, brillante, con una buena lágrima. En nariz la madera y humedad tapan una fruta madura (tropical y blanca), flores, cítricos, leves toques anisados... Pero la madera sigue demasiado presente para mi gusto.

En boca es cremosos, graso (como han comentado por aquí), potente, con una madera marcada y detrás una fruta madura, ligeros herbáceos y cítricos que le dan frescura, una buena acidez, especias, ahumados... Es denso, casi se mastica.

A ciegas nunca hubiera dicho que era un verdejo.

Le falta tiempo para pulirse, pero se le ven hechuras.

Color amarillo algo pajizo, brillante y gruesa lágrima lenta. Buena intensidad con aromas de fruta blanca madura (peras), hierbas frescas, flores blancas, ahumados de la barrica que se muestran intensos y se van diluyendo con el resto de registros dotándoles de cierta complejidad, notas de paja ahúmeda, vuelven a surgir las notas de fruta con melón verde y manzana al horno, hinojo fresco, tierra húmeda de fondo. Buena entrada en boca con un agradable y cremoso recorrido, buena acidez ligeramente cítrica, notas amargas que resultan de unos cítricos carnosos (limón y pomelo amarillo) que le dotan de amplitud y frescura, suaves especiados, buen volumen, intenso, buena textura y gran persistencia. Final bien largo, postgusto de fruta madura y retronasal ahumado.
Un vino que necesita siempre unos 3-4 años para mostrar su auténtico carácter.

Más información en: www.elvi.net/2015/03/31/belondrade-y-lurton-2013/

Es un vino que me suele encantar, reconozco el valor de hacer un verdejo de estas características pero se me hizo demasiado espeso, graso, un exceso de sensaciones de volumen, demasiada tropicalidad y cítricos, seguramente necesita calmarse

Es un vino excelente, muy francés, es distinguido, limpio y nítido en su expresión frutal cítrica, con marcadas maderas y cremosidad. En mi opinión, lo malo , está en lo bueno, lo bueno..., que parece un Chardonnay borgoñés, un Mersault de los buenos

Amarillo intenso, con tonos verdosos. Limpio y brillante.

De primeras, asoman cítricos como el pomelo, hierba fresca, algo de mantequilla, piedra mojada,resina y recuerdos de fruta blanca.

La entrada en boca es varietal, fina, amplio, de buena estructura y profundidad. Los amargos de despedida se muestran elegantes. Le vendrá bien los siguientes meses, para irse integrando más.