El Holocausto del Vino (primera parte)

Durante los días 28 de julio a 1 de agosto, un grupo de 4 foreros amigos de Verema -3 de ellos con su respectiva pareja-  nos reunimos, gracias a la inmensa generosidad de uno de ellos, en un lugar apartado del mundanal ruido con un objetivo claro: beber bastante y, sobre todo, lo mejor posible.

Para ello se celebraron múltiples catas -a veces, dos diarias-, y a modo de inicial resumen, las reglas de las mismas, tras varios debates previos, fueron las siguientes:

1. El primer día sería libre. Los vinos se elegirían al azar, con especial preponderancia, ese día, de los vinos españoles.
2. Los demás días se catarían, en lo básico, vinos franceses de Burdeos y del Ródano, con algún entrante especial vía espumoso o blanco asimismo singular, procediendo a realizar una cata/incursión intermedia en los vinos patrios.
3. Ningún vino se decantaría, salvo los que, por razones obvias, sufrieran rotura de corcho al abrirse.
4. Las copas elegidas fueron siempre: Gabriel Glass para los blancos y Spielegau Definition para los tintos.
5. Las catas se realizarían en su mayoría por la noche.

Sobre estas premisas previas, y según la opinión del que suscribe -que ejerció de secretario del evento-, el desarrollo de las catas y la valoración de los vinos catados fue la siguiente (en su primera parte -3 catas-

Primera cata: cena 28 de julio

1- Champán André Clouet N/V. Pinot noir 100%. Un básico que constituye un valor seguro de un excelente productor. Buena RCP. Fino y elegante, aunque sin excesiva complejidad. Buena elección para comenzar. No es extraño que el 1jour de 1911 sea una de la mejores cuvees del mercado.

2- Cervaro della Sala 2019. Chardonnay con un pequeño porcejante de Grecceta y procedente de un elaborador mítico. 6 meses crianza en madera, que deja un leve rastro de roble. Notas de humo, cítrico, con leves notas de mantequilla y vainilla. Mejor boca que nariz. Bueno, pero he probado mejores botellas de este vino.

3- Quincha Corral 2016. Bobal 100%. Un vino del que se esperaba mucho, pero, a mi juicio, excesivamente joven. Y se notó en el conjunto de la cata. La botella dio una escasa RCP. El menos expresivo de la cata. Muy cerrado. Fruta negra, algo de tinta china, poco más. Una lástima, sin duda. Dejar 5 años más o jarrear un par de horas antes de consumir.

4- Catena Zapata Nicolás 2016. 61% Cabernet Sauvignon, 31% Malbec y 8% Cabernet Franc. Mi productor preferido en Argentina y procedente, además, de una excelente añada. 18 meses en barrica. El mejor del primer día sin duda. Inicialmente un poco tímido para, al cabo de las dos horas, mostrar una excelente evolución. frutos negros, traza de licor, mineral, concentrado, suntuoso, goloso, final cremoso. Excelente. En dos años más será un vino soberbio.

5- Amancio 2011. Evidentemente, no podía faltar un tempranillo, en su versión Rioja Moderno. En un inicio, como era esperable en los tintos patrios, el mejor, el más abierto y amable. Más hecho y mucho más abierto que los demás. Mucha fruta e intensidad. Uno de los mejores Amancios que he probado. Superado por el Catena Nicolás en evolución.

6- De L'Oree Chapotutier 2013. Marsanne 100%. Cerrábamos la primera cata con un blanco de 100 puntos Parker, procedente de otro mito como Chapoutier. Un buen vino, sin duda, pero a mi entender sobrevalorado. Muy cerrado en nariz, con un aroma predominante de fósforo. Tardó muchísimo en abrirse. Enorme complejidad. Cogí algo de cítrico, flores blancas, leve tostado y poco más. Un vino muy singular. La demostración de que también a los blancos les puede ir bien bien jarreo.

Ganador por unanimidad: Catena Zapata Nicolás 2016.

Segunda cata: cena 29 de julio.

7. Cava Maria Bernet 2013 (formato Magnum). 111 meses en rima. Xarello 100%. Buen punto amargor, mineral y con notas herbáceas. Con estructura y complejidad. Buen cava de apertura.

8 - Chateau Simone Blanco 2020 (creo): Coupage de 5 uvas. Garnacha blanca clairette y barboulenc. Algo de moscatel y Ugni blanc. Color dorado suave. Seco inicialmente, flores blancas con un final un pelín cremoso y dulce de vainilla. Buena persistencia. Muy buen vino, con excelente RCP, aunque, a mi juicio, inferior al monumental rosado.

9. Chateau Pape Clement 2005. 99 puntos parker. Fenomenal merlot, con algo de cabernet y petit verdot. El primer 2005 que se abrió. Goloso, amable. Tremendamente frutal. Buen volumen. Sedoso y redondo. Leve y elegante toque de resina. Juvenil. Vinazo.

10. Chateau Cos D'estournel 2005. 78% de Cabernet Sauvignon, 19% de Merlot y 3% de Cabernet Franc. Muy austero y cerrado. Se nota la Cabernet Sauvignon de lejos y, sobre todo, la madera nueva. Buena factura, pero necesita botella a raudales. Un vino en pañales. Necesita mucho tiempo y mucha paciencia. En fase tonta de crecimiento. Imprescindible decantar si se toma ahora. A probar en 5/10 años años.

11. Chateau Leoville Barton 2005. 75% de Cabernet Sauvignon. Vino que, por proceder del lado izquierdo, era el que sirvió de comparación con el Estournel y, sin duda, salió ganador. Bastante más abierto, pero sin llegar a dar lo que se espera de él. Mejor ahora mismo la añada 2006. Mucho mas expresivo al día siguiente. Frambuesas. Compota. Un vino muy elegante.

12. Chateau Climens 2013. Goloso.Dulzor contenido. Manzana asada. Caramelo. Ligero. Magnifico equilibrio acidez/dulzor. Hidrocarburo en nariz. Excelente.

Ganadores de la noche por unanimidad: Chateau Climens 2013 y Chateau Pape Clement 2005.

Tercera cata: comida 30/7

13. Cava Parisad Extra Brut 2003 (Magnum): 85% Chardonnay, 7,5% Xarel·lo y 7,5% Macabeo. El vino que más “temor” despertaba a quien aportó el espumoso, dada la añada, opinión de la que discrepaba quien suscribe desde el inicio, que estaba encantado, quizá por estar más acostumbrado a lo de la vejez de los vinos. Además, el reciente degollado y el formato tendían a asegurar lo que después se comprobó. Inicialmente cerrado y tímido. Notas salinas y como de mejillón o molusco. Se fue rápido con la aireación. Notas abundantes de manzana asada y melocotón maduro. Miel. Cremoso. Buen nivel de espuma. Me encantó. Excelente espumoso, para mí el mejor espumoso de la reunión.

14. La Comtesse 2017. 100% albariño fermentado en barrica. Fósforo, cerilla. Seco. Equilibrado. Cambiante. Amargo. Madera integrada. Trazas finales de caramelo y Albaricoque. Sin notas punzantes. Como bien dice su publicidad: un gran vino de guarda.

15. El Anejón de Carraovejas 2009. Tinta Fino, Cabernet Sauvignon y Merlot. 12 meses en barrica. Primera añada del vino. Decantado por problemas con el corcho. Notas iniciales de cárnico, cueros y establo. Se limpio rápidamente con un poco de aireacion. Consumido en su mejor momento. Deja paso a la fruta compotada, con predominancia de la fruta roja (frambuesas, mora). Magníficamente equilibrado. Amable y Redondo. Buena persistencia. Excelente.

16. Titán del Bendito 2012. 100% Tinta de toro con -ojo- 15,5º. Poderoso es la palabra. Fruta negra. Pimienta. Corpulento. Alcohólico. Se notaba aún la madera. Enorme volumen en boca. Será buen vino, pero, en este momento, le falta mucha botella y años. Un toro puro. Ejemplo de vino al que hay que dejar reposar. O una decantación de 3 ó 4 horas mínimo.

17. Cartago 2013. 100% Tinta de toro. Más equilibrado que el Titán, aun a pesar de tener un año menos. Menor nota alcohila. Fruta negra acompañada de unos hermosos tostados. Alguna nota terciaria y un buen especiado. Excelente factura y volumen en boca. Opulento. Muy equilibrado tras un par de horas. Se discutió su competencia en RCP con el San Román. A mi juicio, lo vale. Muy buen vino. Lo que se espera de un toro. Magnífico.

Ganador: por mayoría de 3 a 1, El Anejón de Carraovejas 2009. Fui la nota discrepante: Cartago 2013.

Continuará con dos partes más...