El vino que quería ser americana

"Where are you from?" Le preguntaron al vino. "Soy americano" mintió " de California. Soy de Pinot Noir y me encanta este país. Quiero ir a Hollywood" Los chicos miraron a esta botella. Su etiqueta y su nombre eran muy americanos. Su aire tenía un tono falso pero el vino era agradabale. Daba conversación, daba juego. Bailaba como una loca, tenía ritmo y sabía seducira todos los hombres en la pista y alguna mujer también. Toda la noche bailando y emparejandose con carnes de barbacoa y salsas extrovertidas. La noche duró y duró pero no tanto como una noche en Madrid. Podría tener a cualquier hombre de su alrededor y intentó a conquistar el más guapo y más rico de todos, Tom. Tom era un caballero, muy experimentado en el mundo de vinos. Había conquistado caldos importantes de Francia, de Italia, alguna dama de Alemania y los australianos estaban locos por él. Virginia era más sencilla, pero con su accento americano tan castellano de Madrid, su inocencia y sus ganas de conquistar el mundo, Tom estaba loco por ella. La noche acabó en la casa de Tom el caballero. Tanto misterio pero tan poca sorpresa arruinó la noche de Tom que esperaba algo diferente del vino español Virginia. Virginia no tenía elegancia, era como las chicas fáciles de Tejas pero aún más tonta  y se dejó seducir con demasiada facilidad. Tom abrió la botella, la bebió entera pero nunca más quiso saber nada más de ella. El sueño español en EEUU había llegado a su fin.