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Superando el "me gusta" y "no me gusta" en el 2011

¿Me gusta o no? Imagen: www.lugaresymas.com Me encanta cuando alguien me dice “Es que yo no sé nada de vino. Sólo sé si me gusta o no me gusta” Muchas veces cuando me encargan con la difícil tarea de escoger un vino, sea una venta o para una comida o cena, la verdad es que me siento aliviado cuando el vino gusta. Según la terminología de catadores, “me gusta” y “no me gusta” es una forma bastante básica de catar un vino. Se llama la Cata Hedonista y la forma menos complicada de describir nuestra valoración de un vino. Es importantísimo que cualquier vino catado nos agrade y que esté en sintonía con nuestro gusto, deseo y estado anímico del momento, pero hay mucho más cosas que deberíamos tener en cuenta... Cuando hablas de comida, sabes y eres capaz de explicar porque te gusta o no te gusta. Una paella por ejemplo. Te gusta si tiene sabor, si la sal está en su punto, analizas el punto de cocción. Claro, todo después de haber analizado la vista.  ¿Por qué no lo hacemos con el vino? En el vino también influye la vista pero también nuestro estado de ánimo, más que con la comida. Si comemos algo de queso manchego previamente de catar el vino o si estuviesemos charlando con unos amigos de forma distraída, el vino también nos gustaría. El queso tapa las papilas gustativas de la lengua y permite que casi cualquier vino parezca bueno y tus amigos hacen subir la adrenalina en el cuerpo y tu estado anímico con el resultado que el vino te gusta. No eres consciente de sus componentes ni de tus sensaciones que están “borrachas”, pero da igual, el vino te gusta. Si tuvieras un mal día y enfadado todo sería diferente. Para poder superar el “me gusta” y “no me gusta” hemos de sentir y escuchar. Sentir los componentes del vino (Expresión, fruta, cuerpo, taninos, acidez) y escuchar a nuestras sensaciones y cómo lo valoramos cada uno de ellos. No es lo mismo decir que este vino tiene poca fruta y la acidez es demasiado agresiva o por eso no me gusta. Igual el vino no está a la temperatura adecuada. Igual tu amigo te ha sugerido y te ha dicho que a él no le gusta el vino, o mil cosas más. Por eso hay que analizar, ser consciente de lo que uno tome y preguntarse el por qué de todo relacionado con el vino. Si podemos abrir la puerta de preguntas y respuestas, avanzaremos mucho más con el fin de disfrutar y valorar de un modo más profundo el vino que tenemos delante. Espero que te guste… Dinos cómo has superado tú el “me gusta” y “no me gusta” con el vino hoy.

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