Estos vinos me recuerdan a los grandes Priorats. Fruta almibarada, muy marcada, licoroso, mineral, maderas de cedro, vegetal, muchos registros y una prodigiosa boca aterciopelada, voluminosa, muy larga, elegancia, profundidad.

Un coupage del 40% Cabernet Sauvignon, 40% Cabernet Franc y 20% Petit Verdon con una crianza en barrica durante 18 meses y una permanencia en botella de más de 6 años.

Este Selección en formato Magnum nos ofrecía mayor hermetismo desde su inicio, aunque mayor evolución en copa, digamos que una dimensión diferente. La evolución en una botella de 75 cl. evidentemente se produce a mayor velocidad, por lo que podemos adelantarnos en cierta forma a lo que será el Magnum. Principalmente hay una clara diferencia y son los aromas que aparece de matorral y montebajo, que no apercibimos en su formato Magnum.

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Un coupage del 40% Cabernet Sauvignon, 40% Cabernet Franc y 20% Petit Verdon con una crianza en barrica durante 18 meses y una permanencia en botella de más de 6 años.

Un vino al que se le augura longevidad, dotado de gran estructura y concentración de matices. No hablamos de viñedos viejos, sino de unas maravillosas cepas, que han hecho suyo el terruño donde crecen. La enología empleada por Juan Manuel Vetas demuestra una gestión del viñedo y del terruño lleno de valores. Un vino graso, equilibrado, con aromas de carbón y pizarra, culminando con un postgusto lleno de mineralidad, regaliz y fruta madura.

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Un vino para disfrutar, por su fruta, su intensidad, la integración de la barrica y la muestra de terruño. Armónico e intenso, muy agradable sus aromas de fruta negra con toques especiados y trazas de mineralidad con tierra húmeda y arcilla. Taninos nobles, gruesos y maduros están arropados por buena acidez, resultando una combinación que lleva al éxito intensidad y concentración a la vez que frescura.

Año con primavera lluviosa, lo que hace que el fruto llegue a la vendimia con una madurez muy óptima y mucha fruta y frescura. El control de la temperatura en la maceración y fermentación ha permitido extraer la máxima potencia y aromas de la fruta, alargándose durante 20 días. Crianza de 15 meses en barricas de roble francés semi nuevas con un tostado medio y 40 meses de redondeo en botella en bodega.

Un tinto de una limitadísima producción de 900 botellas, un disfrute para los sentidos. Un vino muy vivo, concentrado y con alta extracción frutal. Las moras aparecen con fuerza formando una confitura por su madurez y por la textura en boca. Un vino potente en todos sus registros, lleno de notas especiadas, toques acrílicos que en esta ocasión giran hacia la mineralidad y una boca larga, con muy buen volumen y estructura. Taninos finos y en plena evolución. Un vino de larga guarda.

Gracias Javier Azcona "se disfrutó y mucho"!