Rojo rubí, ribete rojizo, capa media.
En nariz se muestra intenso y bastante abierto desde un primer momento para lo que suele ser habitual en este pago, el más agreste y complicado de Voerzio. Notas de frutas en licor, un marcado fondo especiado de nuez moscada, toques balsámicos, chocolate negro, tabaco de pipa, incluso sale un mínimo bouquet terciario de marroquinería y trufa, con algún recuerdo animal. Un espectáculo.
En boca es un vino tremendamente clásico, redondo, elegante, pero con una enorme estructura y una viva acidez que le otorgan al conjunto una viveza como para seguir evolucionando muchos más años. El paso es marcadamente sabroso y deja un recuerdo final de frutas muy maduras, especias y notas herbáceas. El tanino todavía está presente pero ya muy bien integrado. Persistente.
Hasta ahora nuestras experiencias con los vinos de este pago habían sido irregulares, es un viñedo que sufre en añadas cálidas y este 1990 lo fue. Pero los años han cambiado a este vino y es ahora mismo un Barolo elegante y austero, incluso fácil de comprender para lo que son este tipo de vinos y más los de Voerzio. No nos queremos imaginar cómo puede estar el 89. Enorme vino.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.