Rioja reserva que me llamó la atención por aquello de "Selección de 198 barricas", muy llamativo, buen marketing. Un reserva de una añada excelente con un coupage muy riojano, 85% tempranillo, 10% mazuelo y 5% graciano. Me gusta.

VISTA: Rojo cereza de capa media. Ribete amoratado.

NARIZ: Nariz muy sutil, compleja y de intensidad media-baja. Se percibe mucha madera, no en vano son 24 meses de crianza. En ausencia de aromas primarios, aparecen unos fantásticos terciarios...cuero, cacao y torrefactos que acaban diluyéndose entre unos finos toques lácticos como de natillas. Todo muy suave, sin ninguna estridencia.

BOCA: La madera también muy presente en el paso por boca. Vino plano y suave, sin acidez. Retrogusto con ligeras notas especiadas, nuez moscada y pimienta. Persistencia corta, excesivamente corta. En clara decadencia. No sé si es que no estuvo conservado en las condiciones óptimas o qué, pero es una pena que con esa crianza, un vino de 12 años esté ya en decadencia. Una lástima, porque en nariz no está nada mal, pero en boca...está muriéndose. Hay que beberse inmediatamente las otras dos botellas que aún quedan. Estas cosas pasan.

Este vino lo conseguí por eBay a un precio de 13 euros, así que su RCP la considero correcta pese a que la conservación, lamentablemente, no ha sido la adecuada.

Lo tomamos de acompañamiento en un almuerzo "bajo en colesterol"...con un surtido de embutidos ibéricos de bellota, chorizo, salchichón y lomo embuchado así como un sensacional jamón ibérico de bellota salmantino y su "pa amb tomaca". Que sufrimiento!!

Cuando nos predisponemos a catar un vino procedente de una de las grandes e históricas de Riojas, nos surgen diferentes dudas, sobre el volumén de su producción, su a veces inexistencias de connotaciones en sus añadas, en definitiva, su previsible cata. La enología moderna bien entendida, ha consistido en sacar al mercado vinos que proceden de barricas especiales, de parcelas con unas connotaciones que solicitan otro tipo de mimo, este es el caso de una Bodega que con su Beronia Crianza, rompedor absoluto de RCP, se obtiene un Reserva procedente de 198 barricas y unas 50.000 botellas. No hay duda del buen trabajo y su resultado.

Un vino que desde su visual nos presenta al vino Riojano por excelente, cereza-granate en sus tonos, de medio cuerpo y ribete con notas tejas. Sus aromas nos presentan una complejidad de matices terciarios (madera vieja, ahumados, especiados y tostados suaves), que a su pesar respetan las notas licorosas de guinda y fruta roja en sazón. Su tanicidad madura y noble, nos presenta un Reserva con buena acidez, como resultado un vino tremendamente bebible y disfrutable, un paso elegante y sutil que nos ofrece un buen final.

No hay duda que hablamos de un vino de 10 años, donde la fruta obtiene otro protagonismo y matiz, pero que el tiempo sabe respetar, ofreciéndonos complejidad en nariz y sinceridad en boca.

Color cereza con ribetes cardenalicios.

Intenso en nariz con ahumados, junto tostados, detalles de monte bajo, nuez moscada e incluso clavo y al rato se adininan cueros.

En boca tiene muy buen paso, con una acidez que se aprecia bien, ponderando sobre el resto, taninos bien integrados, fruta que no aprecie en nariz.

En conjunto vino agradable

Rojo cereza de capa media con ribete morado.
Aromas especiados, canela, con buena intensidad, mineral, con notas de frutos negros maduros.
Amplio, carnoso, estructurado, con buena duración, con fondo mineral, con fruta y predominio de notas de buena crianza.