De color rubí marronoso de capa media-baja, muy claro, de una limpieza absoluta, translúcido, luminoso. No hay ni el más mínimo asomo de precipitados. Recuerda a algunos gran reserva de Muga de los años 70, con ese tono casi rosáceo. Reflejos cobrizos y ambarinos, brillante. Borde amplio, atejado, sin diferencias con el interior del menisco.

El más clásico de todos los Beronia que hemos probado a día de hoy. Aromas francos a especias y maderas envinadas, nuez moscada, vainilla, pero de poca intensidad. Le cuesta mostrarse aunque no hay signos de fatiga ni reducciones negativas. Va a más, paso a paso, rotando alrededor de un núcleo ligeramente herbáceo a laurel, salvia, hiedra, hojas de té. Aparecen unas maderas lujosas, castaño, cedro, seguidas de aceite tung, ceras, cuero fino. Ordenado, elegante, muy muy clásico. De un estilo que no se volverá a repetir en los siguientes vinos producidos por la bodega.

En boca es ligero y maduro, suave, con una acometida inicial de especias dulces y un deje de dulcedumbre matizada por una acidez acoplada al conjunto. Elegante, reposado, grato de beber aunque ganaría muchísimo con algo más de persistencia. Este fue uno de los primeros vinos que probamos tras decidirnos por hacer del Rioja tradicional el centro de nuestras catas. Un placer volver a él.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/11/beronia-cosecha-fundacional-1973-gran.html