Vista: Rojo picota oscuro, opaco y con el ribete estrecho diferenciado en tonos violeta. Limpio y brillante. Lagrima abundante, fina y de caída lenta que tinta profusamente la copa.
Nariz: Intensa, voluptuosa, muy expresiva, golosa sin empalagar, profunda y penetrante, fina y elegante, de buena definición y persistencia. Perfecto el equilibrio entre la fruta y la crianza. Frutos rojos maduros, dulzones y alicorados, bien acompañados de aromas de cedro, ebanistería, crema pastelera, café molido y un ligero fondo de monte bajo.
Boca: De nuevo a destacar el magnifico equilibrio entre fruta y crianza. Resulta intenso y potente pero a la vez es delicado y elegante. Dotado de una estructura enorme pero con un paso fluido. Hay concentración frutal pero también frescura. El recorrido es largo y persistente, de carácter dulzón pero sin dejarse llevar, manteniendo siempre la seriedad de los grandes vinos. A ello contribuye un fino monte bajo que se cuela entre las rendijas que se abren en la fruta roja golosa y el roble cremoso. Esta es la clave de que me guste, que no me canse y pida otra copa. Ese monte bajo que equilibra el vino dejando el protagonismo a los frutos rojos alicorados, las cremas y el café. Postgusto intenso y persistente, en el que se imponen notas tostadas que dejan sensación plena y muy agradable.
Este vino explica por que me gusta tanto la Ribera del Duero. Copa y lengua tintadas, nariz intensa y exuberante, y boca potente pero equilibrada, con la fruta golosa y el roble cremoso contrarrestados por buenos amargos. Es como ir a una fiesta vestido de frac.
Apto para su consumo actual y para envejecer algo más.
Color rubi profundo con mucha lágrima que tiñe la copa.
Aromas primarios y terciarios ( café, cacahuete, madera, caoba)
Tiene extracción de color, taninos y alcohol, acidez media+. Deja recuerdos de fruta negra, cereza, mora, ciruela, notas licoreras de guinda, regaliz, Oporto. Mucho cuerpo. Intensidad media+
Equilibrado, con final medio+.
NOTA 92+/100
CATA AD HOC
Rubí profundo con destellos violáceos, brillante y sin depósitos.
Pronunciado en aromas limpios de fruta negra y roja, cacao, tierra, eucalipto, menta, madera, tostados y miel. Joven.
En boca presenta fruta de bosque, con taninos altos y mucho cuerpo, seco con acidez alta. Alcohol alto muy bien integrado, sin problemas. Notas terciarias de cacao, miel, café, maderas, infusiones y toda la fruta descrita con final larguísimo y pronunciado.
Espléndido vino con potencial para envejecer.
Armonía con Chuletón Del Valle de Los Pedroches
NOTA 95
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