Después de leer las dos valoraciones anteriores no he podido sino caer en la tentación y abrir una botella de este viejuno. Intenté abrir la botella con el abridor Corky pero no fui capaz, así que al final la abrí con ayuda del abridor de dos tiempos tradicional aunque con alguna dificultad. Dejamos reposar la botella 1 hora y 45 minutos antes de su cata a 18°C:

VISUAL: Exultante color rojo picota de capa media-alta y muy brillante. Con un ribete amplio en tonos teja sin precipitados apreciables (92).

OLFATIVA: Presenta una potente nariz mostrándonos aromas a flores marchitas y notas fúngicas de trufa negra. Al agitar se abre el tarro de las esencias: tenemos herbáceos de alfalfa y musgo, notas cítricas a naranjas amargas, especiados de fenogreco y clavo y aromas a desván. Si seguimos inhalando aparecen apuntes de crin de caballo, terciarios de cacao, caja de puros, cuero ruso y una cierta mineralidad como a arcilla húmeda. Sin duda es para deleitarse durante horas y encontrar la infinidad de matices que atesora. Al final se nos hace ligeramente balsámico con apuntes a duelas envinadas y atisbos de café torrefacto. Su intensidad impresionante, similar a la mostrada por los vinos del 70, y su complejidad abrumadora. Impactante nariz que valga decir se nos antoja más intensa con el paso del tiempo, algo increíble. A las 4 horas está exultante (94).

GUSTATIVA: Y vamos a la boca… pura seda amigos, redondeado como pocos, de gran amplitud y con una acidez descomunal, hecho un titán, musculoso no... lo siguiente. Los taninos de esos que nos gustan, dulcecitos pero presentes en todo momento, muy sutiles. Una estructura de gran reserva de verdad, perfecto ensamblaje con la madera llegando a una unión íntima, llena de armonía, espléndido. En retronasal nos devuelve notas a compota de higos y recuerdos de ciruelas pasas. Su persistencia es eterna, algo más de cuatro minutos con un final licoroso, ligeramente amargo como a guindas en licor. ¡Madre mía, qué carácter!. Otra obra de arte riojana, viejuno para recordar, digno de alabanzas !!(95).

La RCP fue excelente pues conseguí en subasta dos de estas joyas por 15.89 euros la botella aunque fue en Julio de 2014. Extraordinaria compra.

Para acompañar esta reliquia nos esmeramos y nos agenciamos unos suculentos lomos de corvina de buen calibre. Los adobamos con aceite de eneldo y preparamos una vinagreta de tomate de árbol, mostaza y parmesano. Exquisito el maridaje, los sabores frutales y herbáceos del pescado hicieron "click" con las notas acompotadas y licorosas de este viejuno. Por supuesto el vino se erigió como protagonista la cena, no hay quien pueda con un coloso como éste.
Otra grata sorpresa de esta añada de 1975, buen trabajo!!

Nunca se repitará bastante : AGE es el fruto de la fusión de las firmas Azpilicueta, García y Entrena. " Marqués del Romeral " permanecerá imborrable en nuestra memoria, porque este gran reserva ya no existe y no existirá nunca más : no es un gran rioja que descubrimos sino un vestigio perteneciente a una cultura prácticamente borrada del mapa vitivinícola de España.

     De intenso color cereza levemente atejado , sin diferencias notables entre el menisco y el núcleo, exhala aromas de intensidad media pero finísimos y extremadamente sofisticados : un conjunto aromático que no se deja analizar fácilmente. Hay notas de fruta muy evolucionada < puré de ciruela damascena o/y mermelada de endrinas, fresas silvestres sobremaduras, tomates confitados > y tímidos toques terciarios que remiten a un taller de tonelería. En boca, el vino se va armonizando y enriqueciendo paulatinamente. A mitad de la botella, alcanza su punto de equilibrio y da lo mejor de sí : un largo sabor lleno de matices. Domina la fruta del bosque ligeramente acídula pero con algo de caramelo de violetas y un rastro de especias a la vez dulces y un poco amargas que cuesta definir con exactitud. Es un tinto añejo pero aún de pie y radiante de adentro hacia afuera, casi finisecular - porque hay un antes y un después de la muerte del dictador - de trama densa, con un estilo depurado al máximo, un tanto verlainiano, atemporal e icástico, que invita a la melancolía : " Recuerdo, recuerdo, ¿ qué quieres de mí ? ... "

Precioso color rubí de capa media-baja, muy claro y limpio, brillante, luminoso. Borde amplio, completamente atejado.

En nariz es potente y de una factura de enorme clasicismo riojano aunque más parecido a los Gran Reserva que se están elaborando actualmente (Marqués de Cáceres, LAN, Faustino I) que a sus contemporáneos de mitad de los 70. Está joven y enterísimo, sin que el tiempo le haya afectado. Nada fatigado. Al olerlo parece que entremos en cuadra, con notas de duelas envinadas, endrinas, confitura de naranja. Tiene un carácter terciario muy limitado: recuerdos de manteca de cacao, algo abocado y ganando en potencia hasta un punto difícil de creer.

En boca es seco, redondo y completamente pulido. De medio cuerpo y con una interesante acidez, muy íntegro y compacto, trayendo ligeras notas amargosas. Sabroso, intenso, lleno.. Un gran reserva de factura moderna que ha llegado en plenitud, en plena forma. Sorprende por su entereza y vivacidad, por su fantástica acidez.

El mejor vino de Bodegas AGE. Se nota que estamos ante la gran apuesta de Féliz Azpilicueta. Este Romeral ya nada tiene que ver con los últimos producidos. En algunas añadas se comercializó como Siglo Etiqueta Negra Gran Reserva y tiene poco que envidiar al Azpilicueta Gran Reserva. Lo dicho: un tinto que ha quedado supendido en el tiempo!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/06/marques-del-romeral-1975-gran-reserva.html